domingo, 27 de septiembre de 2009

¡Quién anda con mi biberón, papá?


-El niño tenia los ojos pálidos de tanto estrujárselos no veía los rayos amarillos del sol, sus ojos estaban cegados cubiertos de un negro manto enviado desde las entrañas del imperio para que contaminen los del entorno regional no le quedaba otro camino que no fuera esperar que su padre desmontara los racimos de palmera y cocoteros para extraerles las leches y en sumo aplacárselos con un parches de lienzo enlutado para dejar de ver los amarillos rayos imperiales del sol. ... Gerardo no comprendía lo que escuchaba decir de boca de un Bebeero, que hablaba con su mujer, cuando supo que habían matado a la estudiante zuleika Morales Y habían roto una pierna en la calle Venezuela del ensanche Ozama en la ciudad capital, al señor Santo Pérez Abreu, asistente político del secretario general del Partido Revolucionario Dominicano. Sonrió bastante y lo hizo con ganas cuando escucha que a los comilones de velorios y velaciones de difuntos... en río verde le llaman Bebeeros... recordó que en Bajabonico de Trejos de los Vientos le llaman Bocaeros. Pero como eran fechas carnavaleras continuó con el oído puesto en las palabras de su compadre Genaro que entraba a la octava circunvalación de charlas sin pies ni cabeza. Ahora decía...-“es cierto que auyama pare calabazas... en tiempo de los padres de mis abuelos parían auyama, los de ahora las perras paren novillas y las gallinas cucarachas... ya Gerardo se había fumado tres cigarrillos montecarlo, pero a pesar de saber que en el fondo de lo dicho por Genaro habia un contenido filosófico no aguantaba la risa. Escuchó que la mujer del Patanista le dijo- aquí estuvo buscándote esa mujer que vive en el barrio cerca de Gerardo y Juana... esa que se llama Virginia no dijo lo que quería de tí, pero para mí que andaba en malos pasos. Yo si no confío en ella, porque esa bestia parece una ¡qué se yo!, no se si es a una mula que papá tenía... o si es a la cara de la perra de mama Pancha, con la que esa fiera se da un trasluz. Gerardo dejó el alero de la casa del patanista y se agarraba la barriga de la fatiga que sentía con tanto reírse al oír los disparates que la señora de su amigo Genaro decía de Virginia. Era cierto que en el barrio todo el mundo creía que Virginia era una bruja intrusa, enredista, maliciosa, fiestera y presumida. Nadie negaba que además fuera traviesa y avariciosa. Pero para ayudar su marido hacia de suela de zapatos, escabeches. Manejaba con mucha facilidad los tejidos de la discordia como manejaba las manos en el lavado de las lozas en la cocina donde con una yuca y un guineo hacia comida para tres o cinco personas. Gerardo tenía los bolsillos repletos de comprobantes de la compraventa... cinco de televisores y ocho de radios e inversores... los calderos de la cocina de su mujer estaban entretenidos en una corta vacaciones, por carencia de quehacer en la faena culinaria. Pero continuaba con un cigarrillo encendido en los labios enmohecidos, le preocupaban las imágenes que dibujaba con el humo que de sus labios salían. Su contextura debilucha con la preocupación de su amigo Genaro... Se mostraba con mayor energía ha sido como una paradoja biológica... el dolor o la preocupación ajena engordaba su caballo... al pensar en las suyas encendió un nuevo montecarlo y comprendía que sus pensamientos andaban fuera de carril. Se lo achacaba al hambre de la abuela, el ayuno de los procreadores de sus padres. Los dolores en la espalda y en el pecho las razones las acercaban a sus abuelos maternos pero su inteligencia a su madre. No era que creyera que su padre fuera un Mandril... pero por la forma como de él hacia referencia lo ubicaba en las proximidades de la animalidad. Gerardo cumplía los 23 años y era padre de Mariel y de Matanael... su mujer se llamaba Juana, cuatro años menor que él. Juana tiene los cabellos largos y del color del ópalo. Sus ojos pardos se adecuan al delicado de su piel cabina clara... dueña de un carácter muy sosegado, muy tranquilo como su mirada de altar. Con acentos rural al conversar y en gestos familiares peculiar en las madres de amazonas. En sus acciones Juana expele un manjar de humildad que como una sábana de paz abrigaba la presencia de Gerardo cuando llegaba del taller de electrónica donde hacia reparaciones a radios y televisores y que por apagones de la corporación eléctrica prepara y compone inversores o planta secas... hasta de 12 kilos. Juana le sirvió el almuerzo, que en contraste con la preparación de Gerardo no era más que un cuadro de dolor y de muerte lo que en la mesa se veía. Era una bandera de abuso lo que volaba encima de la mesa. La casa donde vivian con Mariela y con Natanael era pequeña pero el cuidado de limpieza reflejaba las manos de la madre. Era un locrio de picapica y un pedazo de pan de agua. Ni lo miró siquiera por estar pensando en lo dicho por la mujer de Genaro sobre Virginia. Juana lo vio sonreír pero no se molestó en averiguar los motivos, ella conocía que el convertía en risas los juicios y las ideas cuando lograba ensamblar en una baquelita utópica algún proyecto. El hambre que habia sentido en el laboratorio... la envió para el taller, que no era otra cosa que, un pequeño cuarto de cemento, donde una mesa y un soldador cautín, un pedazo de segueta, una caja de solderin y un pequeño probador, actuaban como especimenes probatorios. Eran los perros de Pavlov. -¿No vas a comer, Gera? Preguntó Juana. El la miró con los ojos lascivos, encendió un montecarlo y se puso a dibujar un plano, luego de subir los dos pies en la butaca, donde acuclillado agregaba elementos al detector de humo que pretendía fabricar. Era experto en fabricar amplificadores de sonidos hasta en un pedacito de cartón piedra o en láminas delgadas que pudiera traspasar con una aguja de coser zapatos... laboraba en domésticos “Distribuidora Corripio” en Santo Domingo...Ensamblando chasis de amplificadores de televisores y VHS. Destapó la loza del almuerzo, cuando vio que era locrio de sardinas comió dos cucharadas de concón y bebió del jugo de limón que Juana además le habia servido. Pensó en el patanista, hizo una mueca de disgusto cuando recordó a la vecina Virginia... a quien señalaban caliesa y confidente policíaca, era un calientapiés.
-¿Y Mariela?- preguntó Gerardo. A lo que Juana respondió -Está donde Elvira... juega con su hija Yumidla.
Gerardo tenía varios días que no sabia del señor Isaac, asistente suyo por varios años... tampoco a Polanquito pero creyó que podía verlos en la “Compraventa Salín” y se dirigió hacia la calle Francisco Caamaño Deñó. Allí estaban comiendo chochuecas y frituras de yuca y carnes de cerdo Genaro sentado en una mesa de tablas de pino, vio que se acercaba... con un llavero entre los dedos moviéndolo como las aspas de un molino eólico. Isaac permaneció hablando con Stalin (de la mala situación económica que estaba pasando el pueblo pobre, de la república dominicana) hasta que vio que Gerardo llegaba sonriente como era su costumbre.
-¿Qué tal Gerardo? Preguntó Genaro al verlo.
-¿Que tal Bambocha? respondió mientras se dirigía a saludar al marido de Virginia que lo había llamado, a la sombra de la jabilla.

Capítulo 2-
La pobreza han hablado por siglos todos los humanistas con amor por la gente- decía Isaac cuando Gerardo dejaba al marido de Virginia. Ha sido tema para muchos debates por décadas durantes varios veranos y máxime inviernos. El papa Juan XXII, desde Aviñón, se enfrentó a los minoritas por la manera de entender la pobreza evangélica. Para colmo de desdichas, continuaba Isaac -que era un creyente polifacético y se sabia de memoria citas kilométricas de encuentros ecuménicos y simposium y concilios-- “estalló a la sazón de nuevo, con impensada violencia, la lucha entre a Iglesia y el Imperio. Los principales representantes de la oposición, así eclesiástica como política, contra el Pontificado, se agruparon en seguida en torno del rey alemán Luis de Baviera, ofreciéndole su auxilio contra Juan XXII. Como representantes de la oposición eclesiástica, aparecieron los popularísimos é influyentes Minoritas, que precisamente entonces andaban enredados con Juan XXII en una acaloradísima contienda. El propio objeto de dicha controversia era la discrepancia que mediaba entre ellos y el Papa, respecto al modo de entender el concepto de la pobreza evangélica; la gran popularidad de la Orden la hacía un adversario en alto grado temible, y los Minoritas, extremadamente irritados contra el Papa, llegaron á ejercer grande influencia en Luis de Baviera. Este influjo se mostró claramente en la apelación decretada por Luis en Sachsenhausen, junto á Francfort, en 1324. En este notable documento se opone contra Juan XXII «que á sí mismo se da el nombre de Papa», entre otras duras acusaciones, hasta la misma de herejía. Juan –se dice lleva su audacia hasta levantarse contra Cristo, contra la Santísima Virgen, contra el Colegio de los Apóstoles, y contra la doctrina, atestiguada por la vida de ellos, de la perfecta pobreza, antorcha de nuestra fe. Después de una extensa y apasionada declaración dogmática sobre la pobreza de Cristo, y de un cúmulo de reproches, sigue finalmente la propia apelación á un concilio universal, á un futuro Papa legítimo, á la Santa Madre Iglesia, á la Silla Apostólica y, generalmente” todos los presente en la compraventa de Stalin creían que Isaac estaba recitando un poema dramático o que recibía las ideas por vías telepáticas- parece que alguien le está soplando los contenidos psíquicos. Para Gerardo fue un placer haber encontrado a sus amigos tratando un asunto de esa envergadura. Los felicitó y continuó oyendo, al señor Isaac, sobre el asunto “La Riqueza de las naciones (nombre abreviado por el que es conocida esta obra), como dice el mismo título, es sobre todo un libro sobre el progreso económico y las políticas que pueden fomentar o frenar este desarrollo-- continuaba el señor Isaac que ahora citaba al economista Adam Smith . “Desde el punto de vista pragmático, es un alegato contra las políticas proteccionistas de los mercantilistas, y una defensa del librecambio. Al criticar las denominadas falsas doctrinas de la economía política, Smith tuvo que analizar el funcionamiento del sistema de libre empresa” En una economía de libre mercado con mercados competitivos, cada individuo, de los muchos que participan en el mercado, tiene una influencia nula sobre los precios; todos los individuos tienen que aceptar los precios del mercado y sólo podrán variar la cantidad intercambiada a esos precios; no obstante, la fijación de los precios se logra por la interacción de todos los agentes que operan en el mercado. La ‘mano invisible’ del mercado, como le gustaba decir a Smith, asegura que la sociedad saldrá beneficiada a pesar de lo que quieran los individuos; la mano invisible es capaz de transformar los vicios privados (como el egoísmo) en ventajas sociales (la maximización de la producción). Pero esto sólo se verifica si los mercados competitivos disponen de un marco legal e institucional adecuado, una condición que Smith analizó en profundidad pero que las generaciones siguientes olvidaron. En esta gran obra sobre la riqueza y pobreza de las naciones, Smith exponía una teoría simple del valor (o de los precios), una visión poco elaborada sobre la distribución, una “interpretación aún menos desarrollada sobre el comercio internacional y una concepción primitiva sobre el dinero; pero, a pesar de todas las imperfecciones, su libro sirvió de base para toda la economía clásica y neoclásica posterior. La influencia de la obra de Smith radicaba, en gran parte, en las posibilidades de desarrollo de sus teorías.” Es posible que ningunos de nosotros estemos en capacidad, porque el hambre no nos permite..., entender lo esencial de los contenidos de esta pieza de la literatura económica del economista Adam Smith

Gerardo al término de la charla que Isaac, diera de economía social dijo en los años treinta de pasado siglo 20 el gobierno de los EE.AA, alquiló los servicios de Dorotea Lange, los varios mas periodistas tendente a graficar los “ estragos de la gran depresión rural y los aparceleros del sur del país. Esos cuadros de Dorotea Lange en 1936 mostraron la desesperanza la pobreza cundía los entornos y contornos americanos - la cola de empleados que habia en los estados de Estados Unidos fue peor que la debiéramos estar haciendo nosotros hoy en cualquiera de nuestras avenidas en cualquiera de nuestros pueblos caribeños
Fue cuando entonces manifestó STALIN-“hundimiento de la Bolsa neoyorquina de Wall Street en 1929 provocó la Gran Depresión, la peor crisis económica mundial de la historia, que se prolongó a lo largo de casi una década y en la cual cientos de miles de estadounidenses perdieron sus empleos, los negocios se hundieron y las instituciones”
Isaac- leyó en la “Enciclopedia Encarta” para salir luego a conversar con Gerardo, de un televisor que tenía empeñado un sobrino suyo-



“Adam Smith (1723-1790), economista y filósofo británico, cuyo famoso tratado Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, más conocida por su nombre abreviado de La riqueza de las naciones (1776), constituyó el primer intento de analizar los factores determinantes de la formación de capital y el desarrollo histórico de la industria y el comercio entre los países europeos, lo que permitió crear la base de la moderna ciencia de la economía.”
Nacido en Kirkcaldy (Escocia), tras completar su formación primaria en su localidad natal, en 1737 acudió a la Universidad de Glasgow para iniciar estudios de filosofía moral, que completaría en el Balliol College de la Universidad de Oxford. Desde 1748 hasta 1751 fue profesor ayudante de retórica y literatura en Edimburgo. Durante este periodo estableció una estrecha amistad con el también filósofo escocés David Hume que perduró hasta el fallecimiento de éste en 1776. Esta relación influyó poderosamente en la formulación del conjunto de las teorías económicas y éticas de Smith”
Stalin habia escuchado los puntos de vistas de sus compañeros y como tenia semestres de economia realizado en la Universidad Autonoma de Santo Domingo, no podia permitir que la mesa de discusion estuviera en un estado de cojera, entonces señaló- “No se puede estudiar la historia económica sin analizar el pensamiento del último economista de la escuela clásica, Karl Marx. El primer tomo de El Capital de Marx se publicó en 1867; el segundo y tercer tomos se publicaron después de su muerte, en 1883 y 1894 respectivamente. Se puede considerar que Marx fue el último economista de la escuela clásica porque, en gran medida, su obra se basaba, no en el mundo real, sino en las enseñanzas de Smith y Ricardo, que habían enunciado la teoría del valor trabajo, que afirma que los productos se intercambian en función de la cantidad de trabajo incorporado en su producción. Marx analizó todos los efectos que implicaba esta teoría, a la que añadió su teoría de la plusvalía. Cuando se afirma que un economista es marxista es porque considera que la propiedad privada es desde el punto de vista social indeseable, y que no es justo que existan personas que obtengan rentas por el mero hecho de ser propietarios. En el siglo XIX muy pocos economistas aceptaban este postulado; por el contrario, intentaban justificar en la sociedad la propiedad privada y la percepción de rentas por parte de los propietarios, con lo que el marxismo tuvo una escasa repercusión sobre los economistas de la época.”
...”Además, el sistema marxista concluía con tres afirmaciones: la tasa de retorno (los beneficios) tendería a caer con el tiempo la clase más pobre y los ciclos económicos cada vez más duros. Las dos últimas afirmaciones serían la consecuencia de la primera. Los argumentos esgrimidos por Marx para defender la teoría de las tasas de retorno decrecientes no eran convincentes, por lo que tampoco se sostenían las otras dos afirmaciones. Además, la economía marxista no tenía respuestas para los problemas prácticos a los que se enfrentaban a diario los economistas de cualquier sociedad. Este hecho es suficiente para explicar por qué muy pocos economistas académicos se hicieron marxistas. Sin embargo, los marxistas aseguran que los académicos siempre han sido los lacayos de la clase capitalista. Tal vez esta afirmación sea cierta, pero el hecho es que Marx ejerció una escasa influencia sobre el pensamiento económico a partir de 1870.” Yo aseguro- dijo Stalin- que la pobreza de hoy no está fuera de esta realidad teorica... todos se miraron por que consideraban al compraventero un explotador que odiaba a Marx y admiraba Smith.
Gerardo se reía porque para el lo dicho, oído y hablado, leído y lo que faltó por decir, era pura basura... el pueblo se estaba muriendo de hambre con Smith y sin Carl Marx. La gente en los pueblos turísticos iba, con cajitas de frutas a las payas y si lograba venderlas, el temor de ser asaltado por los traficantes, víctimas de la necesidad lo alejaba de los escenarios de producción y se colocaba en la ruina, en los aleros de la dejadez como un pequeño gato en un gallinero de aves burguesas.
Nada de lo que dicen ustedes es falso... aunque hay muchas cosas que podemos meter en lo bivalente sería bueno- señalaba el poeta, que continuemos escuchando la exposición del amigo Stalin. Pero antes me gustaría que conociesen a Ibn Batuta, individuo que sin duda fue viajero mas intenso del momento muchos creen que de todos los tiempos. Viajó desde la Meca cruzando por los largos caminos europeos, por Asia y Africa... pero para llegar a las grandes civilizaciones en su periplo resbaló en muchas ocasiones con el miedo que produce el hambre y la desnutrición. Después de los exploradores del viejo continente, luego de que Colón vuelve a España desde la Isla el gato, san Salvador, Cuba y a la española en el 1492 y 93 se convirtió en una peste de fiesta s aventureras hacia Norteamérica pero en 1497 geovamny Caboto empujó las puertas de las costas del Labrador. Salpicó con sangre el rastrillo de Terranova, y siempre se creyó que colgara los hilos de su intrusa y sucia hamaca en las empalizadas de nueva Inglaterra. La ambición por ser dueño, de poseer bienes robados como diría PrudHomme llegó saltando como un batracio tránsfuga Juan Ponce de León libando en fresco c

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