![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDr8DcfBpwvP27if25LR6WLTK3iO011-XTSPTIuIDslp8jy0d3YpA-DLArCpCxSwtjwCP-QNmdETfkMtn5BiV7U8Vh5TxG5S7aEtXbo17He6dD0WTJz0F4pKMVH3nB1gR2HoUBVZmO08rr/s320/IMG.jpg)
Era dos de septiembre Arias y Soriano deseaban de la presencia de individuos como ellos, estaban solos Griselda y Margarita lo sabían. Eran las once de la mañana, leían en la sombras del play y en la escuela de observación en el entorno del lavadero. Ñiña sabia que estaban en el colegio, por comida no habia que preocuparse. Pero por la cantidad de hojas, de basuras maduras y secas que el patio mostraba, a lo ancho y lo largo de la geografía escolar. Del comedor de los pabellones femeninos y masculinos, los altos robles, las tres matas de Framboyán y la de laurel y la fila de matas de tun o jabillas extranjeras dejaban caer las hojas bailaban el pambiche el “jarro pichao” en septiembre el calor del sol era mucho más que en Julio y en agosto, los miembros arbóreos iban caminos a los centro de salud los rosales y las gardenias, las dalias y los claveles rejuvenecieron por haber recibido ayer y anteayer, un baño aunque gotas de frescuras por las motivaciones de Arias y de Kleber, llegaron para cuidar el ornato agradabilizando las miradas de los habitantes versus los que se han creído dueño del universo. Los robles adolescentes, y los viejucos amaceyes daban sus ramas para que las aves se acurrucaran para pasar la tormenta que se acercaba. Las nubes con traje para ir al sepelio de la sequía de 37 dias oían los truenos que como tambores convocaban a los confines pero al estar muy oscuro los caminos una larga caravana como la de la campaña de una plaza revolucionaria para celebrar el 24 de abril, y los 35 años de la muerte del coronel de Abril y de Febrero, así se establecían en el ancho cielo tocando los tambores eliminando los espacios con reflectores, las nubes llegaban de los confines vestidas de luto eran féminas en duelo, llorando a sus novios, a sus maridos y los hijos el 28 de abril en cualquiera de las batallas. Eran caravanas de nubes heridas preñadas con el dolor del parto en filas para encontrarse con los centuriones y ejércitos de enormes y de gigantes preñadas de frescas hijas pero para poder partir tenían que bañar el sol imperialista. Los tambores como campanas precedidos de los relámpagos amarillentos iluminaban los espacios para que Kleber y Arias entraran a los dormitorios. El sol dormía sin escolta también se revelaba huyéndole al calor que el mismo producía estaban como los demás contra las conversión del trópico en desierto. Y como si hubiesen llegado a la plaza de la revolución constitucionalista se inició el baño del antiquísimo rey. Constantino Victor despertó y llamó a Kleber Soriano que soñaba ser el comandante Jacques Viau al frente del comando Haitiano de constitucionalistas. La tarde era de túneles y bóvedas de pesares y de luctuosidad, estaba negra y los gruesos chorros de agua blanca limpiaban los senderos y todo el patio. Arias y Kleber se dividieron los trabajos y salieron en pantalones de baños. Como no habia ya ni relámpagos ni truenos como tampoco hacia brisa. Uno fue al aljibe y el otro a quitar las tapas a lo imbornales que estaban tapados por las hojas caídas en horas previas. Los aljibe estaban de bote en bote rejuvenecían las flores, las hojas de hortalizas limpias y apetitosas y el ánimo de los habitante del ecúmene luego de la convocatoria acuíferas, amigables y compartibles. Ya en el dormitorio la lluvia amainaba. En el valle había más agua que en muchos ríos del noroeste, más que beber se ahogaban. Allá en la residencia de la madre de Dalia Margarita el jardincito, de las enredaderas levantaba los molleros juveniles, las camelias, las libes, y demás flores dejaron el baño y fueron a escuchar la carta que su dueña recibiera de manos de su prima Marcia - toma-dijo ella, a Dalia M. que leía las Vírgenes de Galindo. Es un telegrama- te lo envía C. Victor. -Ven corre, dámelo, ¿Quién es ese C. Victor Margot- preguntó más con ansiedad que con los labios. Acarició el pedazo de papel como a un pañuelo perfumado. Creyendo quizá que el papel era parte del rostro del remitente lo coló cerca nueva vez de los labios cremosos. Por primera vez su cuerpo de augusta virgen puso el cuerpo encima de la cama dejó que las sandalias perdieran la gravitad, fabricó una manera nueva de respirar, llenaba los espacios intercostales. Envolviéndose en el erótico perfume salido de papel del telegrama. Bocabajo levantando las rodillas hacia los glúteos se dispuso a leer--estaré después de las ocho en el colegio, el 1 de septiembre, atenderé las flores y las hortalizas, no puedo estar lejos de las cosas que amo en verdad. Meditaba la manera de hacer saber que recibió la carta y entre románticos suspiros y experimentando enormes emociones en supino miraba el cielo raso de azul turquí, las flores volvieron al baño que suspendieron al oír leer la carta, era muy tarde la lluvia se habia ido por los caminos transitados, permanecieron al lado de Margarita, y comentaban no haberla visto temblar por fría que el agua tuviera… cuando la veían en su baño. Ella recordaba el aula y reprodujo la imagen donde le pedía permiso para llamarla Dalia Margarita y esas imágenes fueron motivaciones para temblar por la emoción horneada desde lo más hondo de su espiritualidad. Hoy era diferente, el cerebro envió la imagen a las dendritas y al corazón que la enviaron a la zona central- aroma de su carne- envolviéndola en una sensación de existencia, la quiso guardar para repetirla cuando lo deseara. En el colegio Arias y Soriano fueron a la cocina para saludar a las encargadas de la misma, informaron que el señor Tejada lo autorizó a permanecer en el centro para las atenciones de los jardines y de las hortalizas… de esas manera ayudábamos Juaco y al señor Isidro que ambos estaban uno enfermo y el otro de vacaciones. -el aljibe está repleto lo lavamos antes de llover. Comieron con la profesora Herminia quien visitaba y buscaba raíces saludables. La confianza del director aumentaba para Victor y Kleber que en ocasiones fueron mal interpretados por el director, estuvieron a perder la beca, las flores y las hortalizas estaban bien cuidadas el verde era una marca de la esperanza estampada en los moradores de entorno escolar, la envidia de entorno vecinal.
-¡Griselda, Griselda! La voz andaba en la casa y salió la suya.
--¡Eh…Eh…Eh… ya voy! Respondía desde el interior de los aposentos. ¿Quién es? Respondió teniendo el libro de Martí en su frágil pecho como la copa del poema.
--¡Soy Amarilis! ¿Por qué no me abre mujer? ¡Te espero en la terraza! La terraza era una pequeña enramada muy vistosa al lado de unas palmeras y unos cocoteros, palmas canas reales, y oscilante el aire henchido de las aromas de los azahares, de nardos y petunias, magnolias y margaritas y claveles rojos se embriagó al verlas juntas, llenas de embrujo y de encanto haciendo placentero el ambiente, para visitantes y parientes. Un poco al noroeste crecían docenas de almácigos y amaceyes y por líneas de blancos alambres como dagas platinadas, separadas crecían las bohemias matas de tabacos. El piso era de concreto azulado mientras el techo en compás de las flores era amarillo anaranjado bien cobijado simulando en su aspecto a sombrero de la charrería mejicana. La hilera de lirios blancos eran guardianes levantaban los hombros lánguidos, elásticos y frágiles para evitar el coito entre gardenias y jacintos pero facilitaba el cruce de dalias y mirtos, sin decir palabras y emitir mas que susurros parecidos al del viento, un gladiolo cubría de pasión y de encanto a la bella azucena que moría de penas. Era una campiña hecha para amar y en la entrada como en los hoteles a la derecha desfilaban gardenias en puertas y en las ventanas los claveles se cruzaban en mochetas de clavelinas blancas.
Griselda salió de los aposentos y en la terraza.
-¿Hola cómo se siente Amarilis?
-Hola Griselda, ¿qué estaba leyendo?
-Estaba leyendo el Ismaelillo.
-¿Es él, el que perfuma las flores, o son las flores que lo perfuman a él?
-Toma olfatéalo, la profesora lo respiró sin profundizarlo no pudo descomponer la especie. Dejó a la maestra y estuvo buscándole una taza de café.
-¿Quién te dijo que yo quería café?
-¡A los muertos no se le pregunta si alguno desea misa o rezo! ¿Verdad que no?
-Corrupción -dijo además es la alteración de cualquier cosa, tu sabes que es un antivirtud, es la borradura de la verdad, de la esencia y de la naturaleza en su muestra original, las invasiones traen esos vicios corroen las estructuras de nuestros valores étnicos, en las voces.
Constantino Victor, Luis Ernesto, y José Enrique fueron escogidos para hacer una semblanza de la vida y obra de Franklyn Mieses Burgos, de Aída, Cartagena, de Gastón Arce y de Lebrón Saviñón. Lo propio a Melba, Ada D´rullard, y a Griselda Pérez, sobre la vida de Domingo Jiménez, Tomás Hernández Franco y de Manuel del Cabral. El dia de la exposición la alumna de tercero Nurys Santos, leyó el Poema “Yelidá” Santos Cabrera, delgada, tenía los cabellos en aristócratas guedejas, en los brazos caobinos llevaba un reluciente reloj, en las orejas grandes zarcillos que aunque eran muy cortos parecían bejucos pegapalos. -…El tío mascullaba-decía el poema “Yelidá” una canción de sol y de cocoteros…mirada gris y azul…Eric sabía que los marineros noruegos desertaban en la isla…pero cuando estaban borrachos los capitanes los metían a patadas…
Los estudiantes del 2do de literatura cumplieron con lo estipulado, con lo encomendado por el mentor de aula en torno a las figuras descollantes en los movimientos del mundo literario, de la comunicación. El miércoles fue como si montaran en asnos yeguas, caballos, y has acémilas embarcándose en un largo viaje hacia la lejanía de la llanura chilena, buscando los canteros, de las hortalizas de los poetas sudamericanos para guardar los aparejos en los gramales en los arcos del autor del poema “Versoinograma a Santo Domingo” y caer en las hondonadas románticas e inspiradoras del entorno pampero donde bosteza un miércoles, aunque cojeando de la pierna izquierda el astuto y sabio “Martin Fierro” pero allá lejos en la calzada del río Maipó corriendo de este a oeste del territorio chileno, calmar la sed y bañar luego a su Perro de nombre Flecha. Arias y Luis Ernesto lo saludaron y sin doblar las rodillas inclinaron la cabeza.
-¿Cómo está maestro?-
-¡Aquí meciéndome en la enramada de mis anhelos, esperando que se muera el vaho de las botas del soldado Yanqui invasor de los patios de la patria adolorida.
-¿Por qué su hamaca cuelga de los montes más altos de las Americas? --Preguntó, con cuidado ortodoxo Luis Ernesto Mejia-- De la América del sur y del caribe… aclaró.
-Si supiera a dónde se halla amarrado el otro cordón, te dijeras que duermo entre los andes en colchonetas de pajas y en sábanas de aplausos por no aceptar el Nóbel.
-¡Pero bueno! Expresó el profesor Bruno que de último llegaba en asno y se desmontaba, lo puso en la enramada a jáquima suelta para que pastara y bebiera en la pradera de la vivienda de Neruda, a quien en pocos segundo convocara con los salmos crepusculantes del imperio. Lo convocó- el espíritu del ángel poético de Neftalí Reyes - luego de observarlo apasionadamente se lo entregó a los estudiantes.
En el fin de semana haremos un altar a la vida de Neruda y de su poesía- hablaba el profesor-- lamentando no estar emparejado, pero no se lo dejó saber más que a Luis y Victor… por ser sus dos edecanes, y le agregó a José Enrique ultimo miembro de la ventana de los lagartos.
Luis dejó el grupo y contemplaba las múltiples mariposas viajeras sobre los naranjales y pinares de los valles era el experimentar de Agricultura. Así en un viaje triangular encima de una arista marrón iban a los puntos del seminario y del salón de actos del colegio otra arista de morado y la de amarilla casi cetrino en la finca de agricultura. Aunque le daba gusto verlas ir y venir…se introdujo en su fantasía para unirse a los del viaje a sur América. Soy un pleonasmote vuelo de mariposas quizá sin contenido… Constantino Victor que veía el espectáculo explicaba a los otros edecanes… las frases de Neruda -“no me gusta masticar teoría” entonces manifestó José Enrique--ahora es cuando he comprendido el ir y venir de las mariposas de toda manera explicaré la poesía social de Neftalí Reyes.
Y cuya sede central radica en Roma. El Opus Dei fue fundado en 1928, en Madrid, por Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote español beatificado en 1992 y canonizado en 2002. En la actualidad cuenta con más de 80.000 miembros, y su prelado es monseñor Javier Echeverría, ordenado obispo en 1994 y nombrado por el papa Juan Pablo II.
-----Tras su fundación,-- dijo Luis Ernesto-- la actividad del Opus Dei comenzó pronto a extenderse en el ambiente universitario, así como en las barriadas y por diversos hospitales de Madrid. Tras finalizar la II Guerra Mundial, inició su actividad en Portugal, Italia, Reino Unido, México y Estados Unidos, entre otros países de los continentes europeo y americano. Después de que su fundador estableciera la sede central del Opus Dei en Roma (1946), --la organización
-- expresó Jorge Cruz-- continuó su expansión geográfica por el resto de América y diversos estados de Asia, África y Oceanía. El Opus Dei, que desde 1943 contaba con las necesarias aprobaciones de la Santa Sede, fue erigido por Juan Pablo II, el 28 de noviembre de 1982, como “prelatura personal”. -- este instituto afirmaba- Luis Ernesto- entraba a los cinco continentes como un estandarte de veneración y de unión, veneración al vaticano. Pienso que en la cruzada del amor, aclaraba enfáticamente, fundada por la señora hermana del presidente de la república es la emulación de ese “Opusdei”. La cara de Cristino Matos cambió al escuchar las originales expresiones, de Mejía Compré.
-¿Y qué tiene que ver ese Opus dei con la cruzada del amor y con la cimarronada de este siglo XX y de aquel XVI? Preguntó Luisito Méndez.
-¡Nada, nada!,
Yo pienso decía- Constantino Victor- que el mundo entero se enterará que los negros rompieron las cadenas de la esclavitud, en contra del salvaje imperio español. Sabrá que a nombre de Dios azotaban y ultrajaban y mataban y descuartizaban y necrofilaban como a cerdos descuartizaban y freían en aceite de higuereta y de alquitrán. Y lo hacían a nombre de Jesús. 400 años después tejen la cofradía como el mismo lienzo morado de la iglesia esconden los secretos mas importantes recolectando dineros del pobre y del rico.
-Finalmente --manifestaba Jorge Ulerio -mejor señores hablemos del Emilio de Rousseaux o del Gargantua de Rebeláis. Muchos de los que conocían lo que Ulerio dejaba en el entendido movieron la cabeza. Hablemos de Johann Heinrich Pestalozzi, y de Montezori-- secundó Javier Suriel que nunca habia opinado ni para mal. Sin importarle que una buena parte estaban ahora leyendo-- Matos y Matos- dijo - las 10 de la media noche, cuando habia apagado las lámparas… algunos rieron cuando el fantasma de Opus dei volvió a la mente de Cristino en la cama del silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario