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******CAPITULO 32 ******
La estufa de Elvira en la cocina de la calle vista alegre, gemía cánticos de esperanza, las llamas emitían flamas de entusiasmo con melodiosas entonaciones como de resinas de bayahondas en un fogón de piedras que en boca de las abuelas era un arcoris musical de presagios económicos y al escucharlo era por tradición espontáneo saludarlos con un “Ave San Francisco, o sálalo san francisco” “mándanos o trae la compaña” se refería a la carne, al pez, a los huevos para los manjares cotidianos. Algo nuevo podría suceder, por entró un zumbador por la ventana y me floreó en el oído izquierdo, dijo ella mientras servía el desayunos a sobrinos e hijos que iban para la Esc. Padre García. Lávense las manos. Llegaran tarde a las filas en el izado de la bandera. Los niños se fueron alegres cantando, pero Kleber pensaba, ¿qué significa “sálalo San Francisco”?
Yo no desayunaba desde el entierro de mi hijito Patovich Iván desde la 6:15 estaba en mi oficina del palacio nacional. También mi compadre Mario había llegado a la cárcel mucho antes que yo a Servicios Generales… llamó a Gustavo su auxiliar, y le dijo no puedo estar bien porque hoy se cumplen 19 años de la invasión norteamericana a nuestro territorio… Gustavo lo interrumpió y le preguntó por la fecha del día. Mario miró la cara de su andante y entonces con voz algo bajo, 28 de abril 1984… escuche compañero Duverge, necesito la cantidad exacta de individuo de ambos sexo. En unas palabras cuántas son presas y cuántos son presos. No me lo entregue de boca lo necesito en un reporte escrito, escríbame la totalidad de dinero líquido que hemos recibido desde mi llegada hasta el mes pasado. Debemos mejorar la salubridad comenzando por la limpieza e higiene. Tengo un plan contra la pestilencia, el analfabetismo anacrónica, arrastramos malestares de todas índoles los pasamos por generación en generación. ¿Alcaide dijo Gustavo Duverge, qué es lo que desea? ¡Claro está lo que quiero señor! ¡Si recibimos 500 pesos, por cada preso y tenemos mil presos y presas…! ¿Cuántos dinero en efectivos debemos recibir…? En cada expresión del Alcaide se sentía el suspenso triste y agonioso. Tenía en mente utilizar parte de esos fondos en obras productivas multiplicadoras. ¿-Puede ahora entenderme usted?
-No ahora menos lo comprendo.
-Está bien, déjelo así… que los sabios no comprenden los 28 de abril. Gustavo Duverge se rió y volvió a la oficina. Este aparato de lodo cemento y varillas, es una cueva donde purgan cientos de almas indeseables a pesar que muchas podrían purificarse y luego Quizá influenciar en las menos carcomidas. Le ruego, le propongo, señor Mario que nos reunamos en casa del profesor Víctor Arias, que clarifica este asunto más que yo, para que unidos a quien disponga usted, lleguemos a los fines de su agenda. Le ofrezco esa mi opinión –agregó Duverge. Está bien vuelva a sus quehaceres, lo llamaré.
En el palacio estudiantes del interior de la república, pululaban en los pasillos del palacio que era día de puertas abiertas, por orden la secretaría administrativa, dando cumplimiento a una inquietud de la primera dama de “Tener contacto con las clases empobrecidas del país era crecer”, era de interés que conocieran y visitaran a la Biblioteca, la iglesia, el cine, los Jardines, la casa de guardia… y el despacho presidencial, los días jueves y los sábados. Por circular estábamos autorizados a facilitarles y cubrir las necesidades de huéspedes a los visitantes. Dimos autorización a Luis Fermín Martínez que velaran por las higienes de los seis baños del ala derecha de mantenimiento y de transportación caja y fotografías.
-Yo estaba hablando con Pedrito del comportamiento de los estudiantes dentro del aula… de casos especiales que se daban de un año un día. De improviso aparecieron dentro de la oficina cinco niños de menos de 16 años huyendo asustado habían entrado al baño de transportación salieron corriendo porque hallaron un hombre borracho tirado en el piso. Cuando Pedrito y nosotros fuimos para cerciorarnos del asunto, comprobamos que era el encargado del Parque Independencia, con dolores en el estómago. Alguien aseguraba que sufría de la gota. Lo llevaron a enfermería, y los niños siguieron conociendo la planta física del palacio.
Eran las 7 de la noche, esperaba que Mario llegara, y a su acompañante que eran los mismos de siempre, pero esta vez, estaría Gustavo Duverge que vivía en la calle Altagracia, en la cercanía de la escuela.
-¿Cómo está camarada Arias? dijo con voz de recitador.
–¡Ahí llevándola! Pase y use una de las mecedoras. La llegada de los compañeros, ocurrió inmediato después de haberse Duverge ocupado la mecedora. Se fueron para la terraza. Mario orientó a los concurrentes.-Qué interesante está ese asunto pero pienso que no son funciones del alcaides, de una prisión como la de La Victoria. – ¿Qué les parece a ustedes?
-Hay funciones dentro de las funciones, son invisibles, no están redactadas y muchos menos escritas. Son funciones del Estado. Para realizarlas se necesitan muchos recursos, expresé.
-Pienso- dijo el ex regidor- que se puede iniciar con la creación de la panificadora que los panes que se consuma en el penal sean producido por ellos mismos, pero ese producto debe ser de mejor calidad el que no podría suplir el mercado local. Mario sintió más que alegría, experimentó satisfacción espiritual al escuchar de boca del exedil, los planteamientos, que necesitaba oír.
¿Qué dice compadre Víctor?
-¡Excúseme, pero quiero que mi participación, sea de logística y de apoyo al grupo, es para, ofreciéndoles ésta tacita de café, expresó Elvira Ramona.
¡Me honro escuchando los planteamientos antecesores parecen de líneas socialistas. Mi compadre según mi parecer es un individuo puntero, no gasta pólvoras en sapitos ni en pichones mocosos. ¡Si señor! Emiliano tampoco hace carrera detrás de patos con moquillos, y lo demuestra cuando dice: -el alcaide no tiene dinero para proyectos millonarios, hasta señaló que eran cosas propias de Estado. David se levantó de la mesa anduvo en las ocho avenidas imaginarias de la sala, sentía que su espinazo estaba siendo invadido por una carga y fue entonces cuando expresó, se pueden mejorar muchas cosa, y se pueden hasta crearse otras por ejemplos: la escuela de artes industriales, que vaya a beneficiar la comunidad penitenciaria y el entorno comunal, hasta regional y quien sabe si nacional e internacional. Me sentía bien con la interferencia de mi compadre David. Como tenía aun café del que Elvira Ramona nos había servido, bebí un sorbo y encendí marlboro, seguí atento a los partos geniales de mi compadre David… fabrica de pupitres, butacas, de camas…puertas y ventanas, escritorios, muebles. Se puede hasta producir intercambios entre las cárceles nacionales. ¡Imagínese lo que falte! Propongo hacer un censo, para determinar el capital que el esa Alcaidía cuenta. Cuántos son profesionales, masculinos y femeninos, la cantidad albañiles, carpinteros ebanistas, maestros constructores. Saber si se cuenta con técnicos agrícolas en cualquier área… para producir las hortalizas de la cocina del penal, tener en la oficina el curriculum vitae, de los calificados. Haciéndolo sentir distinto, que se den cuenta que el cambio entro a su casa, a su domicilio. Con esas actividades se refuerzan y se mejoran los comportamientos de los llamados rudos. Es muy posible que al final de la condena para ellos ya la cárcel no sea una cloaca, como por muchos ha sido calificado este penal. Con esa actitud tan sabia se beneficia hasta las generaciones del futuro. La comunidad actual la local y hasta la universal, porque está actuando a respetar las dignidades, humanas donde quiera que este se halle. Beneficia la geopolítica, produciendo sosiego, y esperanza en el prisionero y prisionera. Ayuda el equilibrio mental, y emotivo, produciendo u renacimiento de granos rehabilitadores, y un ramillete de granos reevaluadores, puedo asegurar que lo escuchado ha sido una nueva lección de humanismo y de sociología económica. Pero por qué no resolicita un prestamos, para que bien administrado, podamos salir en los botes de esta democracia, capitalista desquiciada. ¡El Gobierno! ¿Qué Gobierno? ¡La Procuraduría es la que le falta! ¿Capacidad o voluntad? ¡Es posible que se estén beneficiando de la anarquía burocrática de la democracia capitalista, complaciente con los dueños de los medios de producción y de los dueños de los medios de trabajos. A mí no me importa si los reos, son preventivos o penitenciarios, ahí el recibí, lo que importa es cómo poner a producir el dinero que paga la sociedad par siquiera sostenerlos. ¡Compadre dijo David, hasta dónde se puede abrir una cuenta con los dineros de los presos?
-¡Si compadre se puede, pero en la categoría de Fideicomiso! Tiene más ventajas que desventajas.
-¡Fideicomiso?.
-¡Fiiiiiideiiicomecuanto! Dijo mi compadre David, con su humor sano y travieso. Y eso no es comunismo, compadre. Es la primera vez que escucho esa palabra defínamela compadre.
- ¡Está bien! “Disposición por la cual el testador deja su hacienda o parte de ella encomendada a la buena fe de alguien para que, en caso y tiempo determinados, la transmita a otra persona o la invierta del modo que se le señala” Así la define el diccionario . Ahora lo que le daré es la opinión de la enciclopedia Wikipedia.
Un fideicomiso (del latín fideicommissum, a su vez de FIDES, "fe", y commissus, "comisión") es un contrato o convenio en virtud del cual una persona, llamada fideicomitente o también fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su propiedad a otra persona (una persona natural, llamada fiduciaria), para que ésta administre o invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario. Cabe señalar que, al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien objeto del fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una institución fiduciaria en todas las empresas.
-Ya veo que las dos cosas no son malas. Quizá termine creyendo que son buenas las dos. Pero como usted es maestro ilustraos con unos ejemplos sencillos que podamos asimilar con facilidad.
-Es cierto vienen bien… el señor Víctor Alizinio Peña Rivera depositó 100 euros para los presos de la penitenciaria de la Victoria, Radames Leonidas Trujillo, bajo testamento deja la suma de 250,000 dólares para los presos de Najayo en san Cristóbal, y el doctor Balaguer entrega 23 millones de pesos de los fondos del partido dominicano, PD… a partir del primero de noviembre, del año 61, para la reconstrucción del politécnico en loma el Flaco, en los entornos de cruce de Guayacanes, para beneficiar a los hijos de los asesinados, por las hordas trujillistas en 1937 deja además 5 millones de la Cruzada del amor, para una escuela para niñas en las lomas de Navarrete Jicomé y la Lomota. Comprende ahora compadre…
- Ahora comprendo, y aunque pienso que está muy cerca de Marx, me gusta ese… déjeme llamarle procedimiento, no está lejos no… nos reímos con la inteligencia muy amistosa, muy humana y casera, la del ex regidor, David Ortega López.
Seis meses después de la reunión en mi casa, los resultados los veíamos hasta en los empleados de últimas categoría, los alimentos eran mejorados, la conducencia a los tribunales los realizan con respeto a la dignidad humana. Iba borrando el dicho trujillista, “preso es comida para cerdos” Mario cansado con las lágrimas en las rodillas y las manos vacías realizó una obra que lo acercaba a lo humano, lo mas grande del universo, el no había ido a llenarse sus bolsillos y los de los coroneles, mejoraba la vida y sociedad del penal, quitaba la sombra que habían dejado encima de villa Victoria, haciendo creer que la Victoria y el penal era una misma cuestión.
–El Penal-aclaraba Cruz y Cruz, no tiene a La Victoria pero sí La Victoria tiene el Penal como Santiago a La San Luis, San Cristóbal tiene a Najayo y Puerto Plata a La San Felipe. Fíjese prosiguió Cruz y Cruz, damos tres panes en el desayuno, y antes de don Antonio… Se les llegó a servir al medio días excremento de cerdo en locrio de harina y cabeza de arenque. Nadie me puede discutir eso porque fui testigo convicto, ocular. Eso mismo ocurre en la cena se comen plátano, con pata de vaca… y es buenos que sepan que de las autoridades de la procuraduría en el gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco, hubo opositores a los cambios que don Mario está realizando para bien de la sociedad. Los presos ahora duermen y se suministra sábanas y colchonetas ya en el penal de la administración del señor Calvo Román no se duerme en la loza fría, pestilente y sucia. Ha disipado brumas comían del comedor económico, los baños eran higiénicos como los de cualquier hogar de clase media. Lo que mas llenaba de gloria al alcaide era el casorio que formalizó entre de una pareja.
Era las tres de la mañana mi compadre llegó primero a mi hogar con un conjunto de música típica que llevaba para el penal, para las mañanitas navideñas y las alboradas de fin de años. Todos nos levantamos con el algarabía de la guira y del saxo de un amigo mío llamado El Mellizo, oriundo de Guayubín pero residente en Los Guarícanos, su nombre es Santiago Muñoz, el guirero era un hombre bajito de apodo Vilo, miembro del conjunto de Tatico y sus muchachos, muy vivo, se movía con la agilidad felina, cuando Elvira fue a llevarle una bandeja conteniendo varias tazas con café y picaderas, intentó tocarla por la falda pero con una señal de Mario, dio un giro a la izquierda, Lupe Valerio, era el acordeonista… permanecieron en la penitenciaría hasta las 10: 30… el último merengue que ejecutó la banda de Lupe Valerio y del Mellizo, perduró en el cerebro de los prisioneros por varios días. No faltaron quienes aseguraban que en las paredes se oían seis días después, las notas del merengue San Francisco,… “porque es santo de mi nombre… bendito alabado sea… bendito alabado sea, entre los hombres” otras que no vivían ni siquiera cerca de la fortaleza, -“a partir de la fiesta del matrimonio, dejaron de escuchar los quejidos y los ayees de los muertos en torturas de látigos y baterías eléctricas y los cantos de coplas como esta:
¿-Donde está Lorenzo que no lo veo?
- Lo he visto comiendo reos,
- no me lo quite
- que me lo como aunque sea feo,
- ¡yo no lo quiero con pan y queso…!
- ¡pónmele asadura con aderezo!
- hojas de coles y de cilantro blanco
- con batata asada, salsa de tomate
- y de sal un poquito para el aguacate.
Ese día fue de júbilo, murmullos, no por el viejo látigo de antaño sino por el entusiasmo provocada por la humana actividad que el alcaide entregaba a una sociedad consumista con un capital en cada uña, pero sucedía en la cárcel donde se cocinaba el mayor temor y se servia en los tres golpes en vez de alimentos. Hubo fiesta para todo allí no había casta. El dinero que de llevaban seco y sacudidos, en las faldiqueras suyas y en el de los oficiales, protectores de los negocios ilícitos de las celdas, ahora… con el señor Calvo Román era distinto los portales estaban de par el par, se abrían a las marchas y prácticas de la buenas costumbres, para que como el vuelo de las mariposas encumbraran pensamientos a la corcova de la libertad. Abriendo con la llave de la esperanza el camino a la integración productiva comenzando una vida nueva y devolverle al mundo, a la sociedad, el comportamiento positivo ahora liberado de las mordidas, de la autogestión.
La corrupción es un ave de rapiña con cara de perico y de cotorra, pero con pesuñas de caballos en un ave de cuello largo que de cuando en cuando cambia de plumaje al salir de los charcos, sacude para salpicar los entornos, pero el peligro de esa está en las alas de patos de pantano. Con millones de espuelas cortantes como el cinturón de castidad, cubriendo con la sangre virginal la mentira del pudor.
-Pienso- señalé, a un grupo numeroso de estudiantes de 4to teórico- que la simulación es el elemento esencial de la corruptocracia, hacer creer que somos iguales, similares. Hacer creer que nos vamos desarrollando, que volamos, y que un dio nos premia… debí decir los premia con el dinero de las faldiqueras del pueblo. Enviando a los medios, ideas de que somos prudentes bebiendo en la jarrola más higiénica del ambiente. Pero lo que bebemos es urea de la cloaca de mayor putrición, donde vuelan los gusanos y gusarapos y los guaraguaos, las cuyayas y cuervos acuáticos y arbóreos… almacenando en las garras el himen sagrado en la viudedad de la Patria.
Mi salario ahora era de 600, pesos un poco más con las horas de labores del liceo de la Estrella. Seguía viviendo en casa ajena pagando inquilinidad, deseaba tener mi propia casa. Daniel Javier Moreno construía en la calle vista bella, una casa de cinco habitaciones le había nacido su primer hijo al que llamó Boris Karlovich, pienso que no lo hizo como los que ponemos los nombres a los hijos por pensamientos o por líneas filosóficas religiosas o políticas, ya que “mon. Comper” no era marxista. ¡Je, je, je! “mon Comper” marxista! La esposa de Daniel se llama Josefa Mieses, hija de Victorino Mieses… pienso que en término reales es pariente de Luis Ernesto mi hijo menor. Como estudiante era aplicada pienso que prefería las Matemáticas a las letras, pero siempre me sacaba calificaciones, respetuosas de sus obligaciones, deberes y tareas. Muchos decíamos que Daniel se había hallado la botija del padre de su padre, porque la construcción era las confortables que la de su propio padre…pero todo el mundo sabía que su esposa laboraba como maestra. Del nombre de la pequeña de mon comper, no recuerdo pero la llamaré Jofdany Javier mieses. Debe tener para cuando escribo su nombre que pienso es único en el universo… por ser producto del enlace coital entre los nombres de Josefa y de Daniel, alrededor de 29 a 32 añitos… ¡je, je!, Daniel era un individuo muy particular amaba a su padre, nunca se sentía la diferencia entre ninguno, a veces al rostro Belarmino se asomaban nubarrones tormentoso que desmoronaban de pasada. Cuando Daniel construía la vivienda los bloques de 8 costaban un peso.
– ¿Mon comper cuántos bloques me dará usted?
–Le daré 100, que me devolverá, cuando yo vaya a construir. Lo malo para usted, que cuando yo construya… los bloques estén a 75 pesos, o quizá a más. Un año después Daniel y Josefita produjeron una suntuosa fiesta de inauguración de vivienda en la calle vista bella… no estuvimos en la, porque no fuimos invitados. Elvira al enterarse me dijo- ¿cuándo construiremos, nosotros mi amor? Le respondí con una mirada de jalea de limón que la hice abrazarme cuando podamos lo haremos… fíjate la diferencia tu la ves, en la cara la tenemos, Daniel tiene un buen sueldo, su mujer también, ambos tienen todo sus familiares cerca y el es hijo de tutumpote del lugar. Preparan comida para cuatro personas y nosotros para doce, el día que se antoja mandan a decirles a sus padres que están cocinando y… el resto es un ¡espejo! La militancia del partido se beneficia de mí y él se beneficia de la gente.
Aquí estuvo ana Julia Moreno, te trajo un pavo para la fiesta de reyes.
-¡Pero falta demasiado para el 6 de enero!
-Eso le dije yo, lo que hizo fue reír.
-Ella es así
-¿Y donde es que ella vive?
-Vive en Reventón cerca del profesor Juan Antonio Moreno.
-Te dejó dicho que le va bien en las oficinas de Industria y Comercio. Con ella andaba el Gago de Mata Mamón, pero quien como un ventaron preguntaba por ti era Fellito Fanith, el gordo de la burra.
Juan Francisco Hernández es el nombre del tractorista residente en San Joaquín, pero oriundo de Hacienda Estrella y de la Luisa. Laboraba en el central Ozama en una burra de 6 gomas de 0 pies el es alto gordo con espalda de ventana, habla alto con poca formación académica pero algo familiar propia de sus padres y de sus hermanos que son muy educados. Las hojas de caña se separan cuando habla a alguien enojado. Muchos decían que en vez de ser voz de trueno era de tormenta y lengua de relámpago. Se dejaba la barba, la es grande con boca chica y pequeños dientes, para mucho esas contradicciones le alegraban el rostro y lo rejuvenecían. Su pecho ancho mucho más que desnudo era una verdadera granja de áspera vellosidad retorcidos como resortes de camastra de barquetas pesqueras de corsario… se comentaba que era un rebelde en el hogar paternal parecía tener aura de buena vecindad de buen amigo. Era secretario general de un comité de base del partido revolucionario dominicano, pero todo el mundo sabía que el titular era su suegro, el compañero Hipólito Tapia, de apodo Tilito, residente en batey San Joaquín. Ni leía ni escribía como hablaba, era un jugador de barajas y de dados, casi siempre ganaba usando habilidades y trucos de los truhanes de barrios y lugares de malas muertes. Calculaba más que lo que podía con un papel y un lápiz, pero cuando iba al CEA, con camisa limpia en el bolsillo del lado izquierdo de esa llevaba un bolígrafo caro que empleaba para simulación. Del que era un maestro. Cuando Fello perdía cantidades que según no debía perder se paraba en las patas traseras y botaba espuma como varraco por la boca decía frases ininteligibles, al verlo con el diablo en la cabeza, los jugadores dejaban el dinero en la mesa o en el suelo y salían huyendo… luego de recoger su dinero se reía con la furia de un lobo montañero. Las hojas del cañaveral se mecían con las risas de un Dorsuskú, iba a la burra sacaba una botella de alcohol y se lavaba la cara y las comisuras labiales. En fello no todo es juego y travesura, al entrar la temporada de tiempo muerto siembra arroz primavera, cría cerdo en pocilgas suyas o en las ajenas. En su motor Yamaha 80, llegaba y se detenía en la galería donde estábamos generalmente hablando con Bienvenido de la Cruz, o con los hijos, se sentaba en la mecedora más ancha, comenzaba a decir con la voz de Dorsuskú se lo he dicho muchas veces, que en otra persona no confío… no dejo de repetir es en usted en quien confío, no creo en esos burgueses capitalistas, desconsiderados enemigos de los pobres, y de los obreros, se lo estoy diciendo y no me cansaré. Usted ve Arias, dijo sentado en el rellano de la galería, en Ángeles Suárez, yo confío. No es que mucho confíe, pero en Calvo y en David… unku, se detuvo y cambió de tono porque ambos se acercaban hablando y no pudieron escuchar la perorata discriminatoria de Juan Francisco Fanith. Concluyó diciendo confío más que en Marcano. Después de un rato de discusión y de evaluación del capital adquirido, previo a los días de la convención dejaba el rellano de la galería para irse, manifestaba con el orgullo de un abogado de ensanche Lometas, “Ocúseme” “oscúuseme” debo llegar a ver mi compañera, otras veces a ver su mamá.
En las oficinas del palacio había sido requerido por el señor Fiquito Vásquez, me entregó una contrata para la reparación de la carretera desde Haras Nacionales, hasta la bomba de gasolina de La Victoria Yo andaba para el Conde en las oficinas del señor Sacha Bormann, recuerde profesor, que a los funcionarios o empleados de la secretarías de Estados no podemos ser dueño de contratas, búsquese a una persona en la que podamos confiar. Así podemos dar garantía de esa y de otras en el cercano futuro. Llevamos a Fellito, al donde Fiquito y ahí según sus palabras quedó sellad su confianza en mi persona. Comió emparedados en la oficina de servicios generales, no estoy seguro pero me pareció que se lo comió de un solo jalón. Comía como bebía gasoil la burra, firmó los papeles eso no era fácil para él, pero tampoco imposible.
Pasaron las semanas, ocho semanas, varios meses, a los once meses yo y el pueblo de villa Victoria, contemplamos la figura de la persona de Fellito. Ahora, con la venta de la contrata, era ganadero y hacendado. Continué inspeccionando los trabajos de la carretera, y no pudimos colocar más que un listero y tres obreros, leales al partido de la esperanza nacional.
El cielo tenía las cejas encapotadas, 146 franjas de nubes embarazadas formaban bahías inclinadas, un poco más allá a la derecha a la cabeza del penal, unos cabos y penínsulas, ensenadas, que salían de los cañaverales, del ozama en caravanas de nubes convirtiendo el cielo de la Victoria en un campo de batallas con morteros de truenos y metralletas de relámpagos, borracho por el humo que subía a engrosar las islas de un archipiélago de dolor.
Yo caminaba muy rápido en cada mano llevaba una manita de mis gemelos, entré al cementerio acaricié la carita de la tumba de Patrovich Iván miré a Yumidla y a Leandro, no preguntaron nada, tampoco yo, puse unas lágrimas sobre la lápida del pequeño difunto, hijito mío, ahora en los archivos de los recuerdos. Quizá volvamos el próximo año a traerle un rosa roja y otra blanca. El cielo continuaba con el mismo comportamiento. Las nubes de algodón bostezaban, al estrujarse los ojos caían las primeras gotas, lágrimas huecas encima de las espaldas de los recogedores de basuras y escombro del viejo capital. Nos detuvimos en la funeraria para dejar pasar la primera chubascada. Profesor dijo el cajero, no me gusta que la gente se muera, pensé si yo fuera barbero como maestro soy no degustaría que la gente se dejara el pelo y en mi caso que aprendan el ABC. ¡No es igual! Las nubes arreaban para lavar los techos de las casas de la Victoria. De los techos caían chorros de agua sucia, cargada de pajas y hojas secas. El resquemor de los pequeños niños que me acompañaba, aumentó con las presencias de varios ataúdes que estaban sostenidos a la pared de la funeraria. Eran 12 cajas, color caobas. Son muertos preguntó la niña, no sólo son cajas vacías. Estábamos en la casa comiendo no recuerdo si era un dulce de maní o de ajonjolí, conté a Elvira lo ocurrido, en la funeraria en la proximidades de la policía. Mandé a Flavia a devolver la sombrilla al cajero, ella aprovechó la calladita como decían los ancestros.
Elvira freía un pollo, había comprados refrescos y bizcochos para recordar el nacimiento de Leo y de Yumidla ya tenían tres añitos. Primero de Junio de 1983, estando en la mesa degustando del banquete familiar, la niña preguntó dónde está el otro Iván. ¿El cumpleaños como Leo y yo? miré el rostro de la madre, hallé una sonrisa cariñosa de complicidad en el altar conyugar. Fue Kleber que le sirvió un vaso de coca cola quien le preguntó- ¿Quién te lo dijo chichí? ¿Quién te lo dijo Manita? Y le hacía unas cosquillitas en la barbilla.
*****CAPITULO 33*****
Era 13 de junio día de San Antonio, por la duarte cabalgaban 24 jinetes en caballos blancos, el pueblo lo observaba y abrió las puertas y ventanas y persianas, los hombres vestidos con camisas blancas y pantalones, fuertes azules, llevando sombrero de vaquero, espuelas plateadas en las botas para montadera. Las 13 mujeres, con camisas negras y pantalones blancos, y pañoletas azules sobre de las bufandas marrones, era una hermosa procesión al patrón de villa Victoria. San Antonio de Padua. Cruzaron por la Altagracia, terminaban en el cruce de la José Soriano con la Duarte, los jinetes siguieron la carroza del santo patrón hasta la iglesia, donde el pueblo católico oía la misa, unos de rodillas otros parados, algunos inclinados y algunos erectos, con piernas de bambúes y los brazos abiertos encima de los pechos, y sudorosa era abundante el calor.
En el Bar Gabino, iban sobre las ruedas de la fiesta de San Antonio, preparándose hacia la inauguración el baile comenzó al término de la misa y de otras liturgias, para la iniciación del baile de cintas, al ritmo de tamboras bullangueras de bangañas y de bandurrias y de atabales. Hacía falta la presencia de la madrina y del padrino de la legión de músicos de palos y de atabales. En los Tanos Casino Bar, las cosas eran distintas, limpiaban las paredes y sacaban las lavazas con un rastrillo escoba terminada en gomas. En la barra Nova, a la entrada de la ciudad, no cabía más policía, unos que otros civiles bailaban y bebían. La vellonera servía canciones de Tito Rodríguez y salsa de Johnny Ventura. Nilo y yo dejamos la barra por no estar a gusto con la presencias de tantos grises balagueristas más que funcionarios de higienes de justicias. –Vámonos-dijo Nilo el hijo de José Regino- no estoy donde esta es ciudadano. Me sonreí le dí pequeñas palmaditas en el hombro a Nilo, al escuchar el concepto Ciudadano, recordé la hora 25, novela que trata de la segunda guerra mundial y que en una de sus paginas dice—“has oído hablar de los encantadores de serpientes, preguntó Trian, sí –respondió Moritz, Daniel permaneció en las fosa de los leones y estos no lo devoraron expresó Trian, por lo contrario los amansó los hombres pueden amansar leones y encantar serpientes. Mussolini tenía en su despacho dos Tigris, Pág. 245, hora veinticinco.
El ciudadano hijo del hombre y de las máquinas, una de las peores de todas las razas, carece de sentimiento porque no tienen ni corazón ni conciencia. Tiene de corazón un cronómetro y de cerebro un engranaje. La misa había terminado, la filegresía ortodoxa, permanecía en los alrededores, de la sacristía y del santuario. Los liberales y menos comprometido con el santo Antonio hablaban que en pocos minutos habrá más borrachos que arrodillado ahora.
Los espacios para bailar florecían, vestía para la ocasión la mejor remúa y gala de banco marrón y fuerte azul.
José Regino, curtido en el arte y manejo de los instrumentos percutidos, de madera y de cueros, vistiendo camisa blanca pantalones negros, con sombreros de alas cortas llevando bufanda marrón sincronizada con el cinturón, ocupó el lugar de mando dio la señal a los otros miembros de la banda. El del Gabino Bar era un salón muy amplio, decorado por el gusto de Marina Gabina Mercedes, y de Mariana Patria Belén. Inspirados en los colores de la cinta y de las raíces culturales ancestrales, los bailadores escenificaban el ritmar del guiro, de voces y de trompetas. La primera interpretación del repertorio de José Regino y su banda Victoria.
Mario, David y Yo, fuimos escogidos para ofrecer el primer obsequio brindis, a los músicos de la orquesta, no podía pasar de 25, como tampoco ser menor de 15 pesos.
Mientras muchachas de acanelada piel, danzaban en torno al palo de la cinta, varones color café colado hacían los mismo y Lenny Monsanto y Kelly Moreno Mercedes iban donde los músicos preseleccionados para hacerle el brindis protocolar. David hizo entrega a nombre de los tres y de la familia correspondiente… cuando José finalizó de tocar me moví a su lado y le pedí la ejecución del merengue san Antonio, José Mella hizo de solita -“Antonio divino y santo, ruega por los pecadores…” don José estimulaba las tapas de su conga, y la hacía llorar de lascivia sensación, por no ser ella un instrumento para ese tipo de ritmo. Pero gemía de doloroso placer, por creerse virgen en ese menester romántico. Daba alaridos sacados con las caricias de los talones de sus pies, levantó de sus asientos al público que lo aplaudió con mística ovación. Fue una manifestación poco común en villa Victoria, Mella repetía la primera voz, como solita… el coro decía “por los pecadores, unos tren velas, otros llevan flores” y las quejas traducidas a las emociones sentimentales, caribeñas eran sensaciones orgásmicas que incitaban al cuerpo de los que degustaban en el Bar Gabino, este 13 de junio de 1983.
Rafael Durán después de residir en la Victoria participa en las actividades donde nosotros estábamos, ayudaba en los que podía, en su entorno vecinal, entró al Bar Gabino y vino a sentarse con nosotros, vestía chacavana blanca y pantalones kakis lentes de cristales claros, el olor a sancocho lo perturbó y como computó que nosotros habíamos comidos ordenó un servicio especial, al que llamaba tres en uno, debía tener 12 carnes con poco caldo y seis pedacitos de plátano y de yuca 4, si había le agradaba 5 de Ñame o de yautía, pagó a Roselita la hija de Roselio con cien pesos. Pero yo no comía estando tan ser de mi casa, bebía ron brugal extra viejo con toronja y tabasco con mucho hielo… el sancocho que le llevaron a Durán era de la Paila de Chachita Javier, madre de José Mella y de Rafael Javier, lo devolvió porque lo quería en una palangana desahogada. Sacó el pañuelo y después de secarse la cara limpió los cristales transparentes de sus gafas comenzó a comer. Mario que veía a Durán devorando los 12 carmes, me llevó al mismo lugar donde bailó, el día de la inauguración de Bar Gabino…con la mujer que deleitó a doña Hilda y a David, y me preguntó ¿esa es la madre de su hijo Luis Ernesto? ¡No, le respondí, esa es no es Primitivina Mieses, esa aunque se parece a aquella, es mayor. Su nombre es Fiordaliza Santana, la hija del sargento Santana, fue alumna nuestra en el Liceo de aquí. Sentí que lo miraba con ráfagas emotivas… ¡Ujnjú, que cosa las suyas! Le dije y volví donde David y Durán, diciendo con la garganta en risa “hay cosas que parecen ser y no son, y hay que son y no parecen ser” -¡este es el mejor sancocho que he comido en mi 45 años! comentó Durán. -¡Compadre, anunció David-- cuántos años tiene el hijo suyo y nieto de Ramona Concepción de Mieses? ¡Qué prudente es usted compadre, le respondí—a la pregunta indiscreta, tienes seis meses y siete días, es posible que dos horas y cuarenta segundos, su merced!
Mario como David había sido policía pero en nada comprometía a su familia como tampoco a el. De David por igual. Ambos estaban atento a los cambios que el universo político producía y como si encendiera un marlboro manifestó inopinadamente --Compadre hábleme del plan de Ayala. Me interesa conocerlo me siento huérfano de información. Estoy vacío.
Los músicos iniciaron un estadio musical, casi no oía la voz de los compadres y yo no sabía conversar donde había ruido y de esa manera realizar la comunicación no estaba acostumbrado a los tumultos caóticos por eso escribí la respuesta del susodicho plan de Ayala en un papel higiénico. Lea compadre para usted. -el plan de Ayala fue un proyecto de Emiliano Zapata promulgado en 1911, mediante el cual se exigía el reparto de la tierra entre los campesinos mexicanos.
¿Qué proyectos tiene el gobierno, para los campesinos dominicanos, compadre David? Preguntó Mario Lugo de conocer lo que le escribí al plan de Ayala. ¡Cierto que una cosa es con acordeón y otra muy diferente es con saxofones! Hizo gestos de disgustos ningún funcionario desarrolla planes beneficiando a los campesinos, sino es por un plan de mediano del plazo que sea. El palabrerismo, el alcahueterismo, el hacer creer, la altanería, la política de mariaramos, y de la coca eso es lo prioritario, lo primordial luego hablamos… si te vide no me acuerdo, después todo es monte y culebras.
Si me lo permitiera dije- aprovechando que no había música en el aire- que ningún funcionario debe poseer proyectos individuales, desvinculados a los que el partido en asamblea aprobó, donde escogieron el candidato a dirigir los fines y principios de la nación. ¡O es que nos estamos volviendo locos! Lo que debe haber es la voluntad para aplicar los proyectos… una voluntad directora y ejecutora. Pero- continué señalando- casi siempre los secretarios de agricultura son latifundistas y terratenientes o hacendados, apuestan a la desgracia de los pueblos pobres del universo… ahí está el Plan de Ayala. Me parece compadre, que comprendí el Plan de la finca Aguayo al entender el de Ayala.
-¿Cómo tendríamos un plan como el de Ayala?
-Necesitaríamos un gobierno comprometido con los pobres trabajadores y trabajadoras, con la historia y con los problemas de los humildes de la nación. Mario Mejía Ricart repartió más de trescientas tareas de tierras entre los que fueron sus empleados. Ese fue su plan de Ayala.
José Regino seguía sacándole gusto y placer a los cueros de los instrumentos que con sus pies y manos acariciaba. David que iba a exponer oto tema de reforma agraria, no pudo más que observar la manera que José Regino acariciaba los cueros. Tenga señor Durán dijo Roselita quien le devolvía 25 pesos. Pero que el se lo dejó como propina para ella no para el santo. Y se acercó a ver las musarañas del rostro de José Regino, cuando experimentaba las sensaciones de placer al volver hacer llorar la conga.
Mis dos hijitos, Kleber e Iván me buscaban y se sentaron en la mesa donde compartía con Durán y los dos compadres, andaban con Timbolote que se llamaba Iván también. Hijo de Bienvenido de la Cruz, aquel que se sentaba frente al televisor esperando los decretos del presidente Guzmán, aquel que decía, no, no, no trabajaré hasta que Manos de Piedras no deje sin cabeza a Nivar Seijas y a Pérez y Pérez. Y a Jáquez Olivero, general que argumentaba, que el presidente no mandaba en las líneas. –Papi –dijo Kleber- dice mami que vaya, que te busca polín Leiva, cuando los niños bebieron un jugo volvieron a la vivienda. Eddy, el hijo de Hilda, busca a David, -dice mami que vaya que la comida está fría y que tú sabes que así te hace daño.
-¡Vámonos, que por algo nos mandaron a buscar y además hay que sembrar buen ejemplo en las huertas familiares, verdad compadre? ¡Así es, ya lo creo, ya lo creo! me dijo de inmediato el ex regidor y dentista.
- Adiós compadre manifesté.
-El compadre Mario se quedó con los músicos y ni tampoco Durán se percató de nuestra ausencia y se quedó conversando y llegó a bailar con Fior Santana.
Cuando llegué a la casa estaba Apolinar Leiva esperándome. Tomaba una taza de chocolate, y no bebía café.
-¡Buenas tardes señor Polín! Si hubiese sabido que era usted, no me hubiera detenido tanto.
-¡Despreocúpese ya está aquí y eso es lo que vale además su apreciada señora me ha servido como a un viejo amigo de la familia.
Venga a comer que lo acaba de referir… ella me sirve para varias personas para la casualidad. El no aceptó alegando que desayunó con Batata y ese era el alimento que más a él le duraba digerir. Y mucho más si la compaña era una jalea de maní, -¡Coma que yo sabré esperar! ¡Comience a decirme las razones de la visita. ¡Cuénteme! Elvira le brindó de los refrescos que envié con los muchachos desde el Gabino Bar.
-Estoy aquí como embajador de mi propia hacienda, ahora como noches anteriores volví a experimentar otra agradable sorpresa, al oír a Polín como había oído a Juan Leiva hablar con elegancia y tanta precisión mejor que algunos de nuestros legisladores.
–vine para agradecerle como a David y a Mario. Reciban a nombre de mi familia los agradecimientos correspondientes,
-los recibo don Polin con afecto a nombre del partido y de nosotros los coordinadores, del grupo que en estos momento gobierna el país. Dejé de comer y abracé al compañero de Los Castillo, que en reciproco cariño me contaba los alivios de su familia a partir de la adquisición de la yunta de buey.
Después que Pechuga ocupó la silla delegacional, los condenes, las aceras, y el pavimento de las calles como cortas avenidas de villa Victoria eran una carta a la novia que vestía de blanco en las horas vesperales de todo el año 1983, villa Victoria ya era adulta. Aunque en los 12 años Quizá su novena adolescencia, fuera estuprada por los funcionarios y por autoridades, nativos y foráneos. Empero a partir del 78, se supera del dolor de las heridas. Hoy por hoy es la Victoria de Marcos Evangelista Adón y de todos los moradores.
El 15 junio era lunes y yo había salido para las oficinas del palacio revisaba los apuntes de la carretera Haras nacionales Villa Victoria, el timbre sonó y al levantar la mirada una de la secretaria dijo:- es para usted lo llama el señor Santo,
-¡Habla Víctor Arias, ¿cómo está?
-Suba a la oficinas de Marmolejo! En la vista alegre Elvira preparaba en la terraza, el escenario, para la reunión de las 4 de la tarde. Tiene que ir al ayuntamiento de Santiago a llevar una encomienda que el lic. Hatuey envía al síndico Virgilio Maynardi. La encomienda la recibió el señor Pepe Claudio Cabrera Síndico en funciones. Por hallarse el señor Virgilio enfermo. Conmigo andaban Antolino Gómez, y el comandante Pedrito.
Las actividades humanas califíquelas como a usted le parezca, conlleva gasto y una más que otras. Las del partido revolucionario dominicano, como en las demás empresas políticas nacional o del extranjero involucran cientos de miles de dólares que manejan los dueños e inversionistas de la empresa. Se gasta y se invierte, invierten los militantes. ¿Qué invierten los militantes? Los miembros y dirigentes. Los primeros depositan sus militancias convertidas en espiras energéticas, apoyo del color del banderío, de los pareceres de los altos incumbentes locales, los segundos son las esencias vitales, las estructuras orgánicas, la entelequia en crecimiento… dan su vida hipotecan las de sus parientes, los terceros, como los anteriores invierten voluntades, inteligencias y emociones llevando al triunfo o al fracaso, dependiendo de cual de los soles del universo político estuvo irradiando. El señor más encumbrado del partido que tiene muchos bienes, quizá sea de los que más invierte o gasta, pero está bien, Polín invirtió semilla, fuerzas espiras energéticas, jornadas de trabajo espacio y tiempo, acudió a los encuentros a los que fue convocados recibió una yunta de buey, para el arado, ya Polín es propietario. Los obreros invierten reputación confianzas que llevan a los comités de base su riqueza física, moral y riqueza ética y espiritual. En la sociedad en la comunidad, en la fábrica, en el campo en el corte de leñas de cañas, recolectando semillas, café, cacao, coco, maní, cebolla, invierte esfuerzo para dar el cambio para mejor su estatus, porque ganó las elecciones su partido. Porque según su apreciación apostó a la revolución. Me agradaba escuchar a Juan Leiva reclamando que la yunta de buey debió ir a manos la colectividad, de campesinos desvalidos sin conuco sin fundo. Pero según nuestro parecer el podrá establecer buenas relaciones con todos sin herir a ningunos. Emiliano le responde a Leiva de siguiente forma—compañero Leiva pienso que sus palabras pueden herir sin usted proponérselo, a su compañero y pienso que pariente Polín Leiva…, porque salen de una mente, que en mi parecer, calenturienta y valeverguista. Ese compañero secretario general de un comité de base ganó en su comunidad política, usó las espiras energéticas y no pensó ser empleado de una oficina, ni ticquero en el central ozama, o de cualquier zona geográfica, porque su inteligencia de hombre rudo no hizo lo que muchos de nosotros hemos hechos ir o querer ir a una oficina de la presidencia o de la procuraduría o de un centro académico. No Polín escogió de muchos camino el que el sabía andar. Escogió el vehículo que el sabía manejar. No como el que al ver la mula bonita se montó y al bajarse fue pateado por esa porque no sabía como hacerlo. Con esa yunta de bueyes que el sabe enyugar se gana la vida, por eso es compadres, dijo finalizando Emiliano, una cosa… como dice David, es con tenedor y la otra es con cuchara o con los dedos de las manos. Cuando nos inscribimos en un partido lo hacemos por muchos motivos y con similares o múltiples propósitos, para resolver asuntos sociales y a las comunidades y a los parajes luchando por las madres huérfanas de maridos o sea madres solteras, por los niños sin leches ni biberón, como zapatos para encaminarse al aula de la escuela en caso de que la hubiera… luchamos para construirla donde no ha habido, luchamos par hacer una nueva sociedad de individuos más humanos más conscientes y honrados, justos y humildes. Para que haya escuelas e institutos para los pobres, luchamos para que las madres parturientas tengan un lugar higiénico donde parir a sus niñas y a sus niños. Para que haya policlínicas en los barrios bateyes y campos para que las carreteras vayan a los bohíos y predios de los pobres campesinos, no sólo para las 98 haciendas, estancias, fincas, cortijos de los millonarios de los amigos de los que invierten en el partido por eso lucha Juan Leiva y lucho yo, dije casi terminando, para que la burocracia no responda sólo a los intereses del dueño del gran capital, por eso luchamos para que para el azúcar de los pobre sea dulce y la leche no sea prieta en los humildes biberones. Por eso han caídos millones de cristianos en las garras de los dos Tigris de Mussolini por eso Manolo Prenza y yo fuimos llevados al cuartel de policía de la Duarte aquí en villa Victoria y junto a otros como Papito el cojo, Bienvenido de la Cruz, Lino Pacheco, Manolo Prenza, Leonardo Ozoria y Radamés Moreno el Mecánico presos el 17 de mayo de 1978, sacado de mi casa en la vista alegre 16, por eso murió Caamaño y han muerto y seguirán muriendo mucho más… por esas y otras razones hicieron allanamientos en las viviendas de los que como nosotros abrazamos el ideal de amar al prójimo, el gran amor a la humanidad, por eso éramos seguidores y aun somos de las huellas blancas sin máculas del profesor Juan Bosch. Admiramos las Duarte, de Martí, de Luperón y de Bolívar… son luces que nos guían entre los caminos movedizos evitando que caigamos en los arenales, y el los fangales… junto a los compañeros venales sin dejar ensuciar el ruedo de nuestra razón. Observamos los aires que hoy mueven las palmeras de la honradez y seguimos mantenemos la imagen de Cayo Báez y cuidamos la de Efraín Sánchez Soriano duerme sin cenar.¿Podrá dormir sin haber cenado? Por eso recordamos a Yolanda Guzmán y a Rafael Pérez Guillén. Luchamos contra las crueldades inhumanas, oficiales y ciudadanas, de la vida cotidiana, contra los ciudadanos, contra las esposas y contras las niñas y los niños. Niola sirvió nuevas tazas de café, para los compañeros que se incorporaban a escuchar nuestras reflexiones. Elvira que acaba de llegar de la casa de Mensa la esposa de Otilio el carnicero, me puso como un beso un cigarrillo en la boca, mientras yo veía que en la casa de Eneroliza un señor pelaba una pila de cocos secos para la fabricación de dulces jalados con miel de caña.
En el colmado, Ramoncito, hermano de Papito el cojo, encendió una lámpara de luz blanca, que irradió las calles, y los entornos. Elías de la Rosa estaba sentado, en los aleros de la vivienda de la familia Pacheco, sin camisa conversando con el profesor Julio Garrido que de paso le visitaba, los pies descalzos encima de los guanos de la silla de jagua que le había llevado su hija Machita, con el compartiendo las emociones se mostraban Único, Pipe, y Melaneo Pacheco hijo. Frente del casino Los Tanos en la casa del señor Dimas, jugaban dominó, los hermanos Palingue y Víctor Doñé, se movían como un trompo de caoba. Tilo bailaba la música de los compadres que sonaba en el casino, mientras conversaba de gallo, con Quico Herrera, padre de Papote y de Lucita esposa de Ludovino primer teniente de policía, nieto del general Ludovino Fernández y pariente de Fernández Domínguez.
Villa Victoria es el más tranquilo de todos los barrios satelitales del distrito nacional, su gente laboriosa emprendedora es también jubilosa, pero ardorosa hospitalaria. En la calle José soriano viven gente humildísimas, como Eleodora, Enemencia, Toñito, los Figueroa, Emiliano González, las casas con sus listones rojos y azules sin faltarle el blanco… y en casi todos los casos el verde… buscando las raíces. Con la lengua negra de la noche los compañeros y compañeras fuero dejando la terraza y la galería de la casa de la vista alegre. Emiliano y yo entramos y continuamos hablando de la actitud intolerante de muchos compañeros, ¡Así somos! Le dije a Emiliano, cuando estamos sin trabajos nos queremos y nos aprecian, nos deseamos primores pero el día que la suerte nos llega a la puerta de los esfuerzos, nos miran con indiferencias y desden. Somos así, una minoría. David y Mario esperaban en la galería, que doña Elvira sirviera la cena de espagueti con yuca y pedacitos de longanizas. Compadre dijo David con su jovialidad, que sólo a el de los 4 le singularizaba,¡Cuidado si es simple simulacro! ¡Cuidado si es una careta! ¡Cuidado con zafarranchismo, compadre! ¡Comadre!
–Venga para que lo compruebe- expresó Elvira.
-Usted ve, usted ve… se lo dije, morcillas, patitas, hociquitos, orejitas de cerdo, espaguetis, molondrones moro de habas, ensaladita rusa… ¡JUJUJUJU!- debí decir comía, comunista… compadre Mario llévese a Emiliano, que me quedo cenando con la familia Arias Peña. Los 4 se quedaron cenando en la mesa de doña Elvira.
Meses después en la fortaleza, preguntó Mario, por la mancha que se veía en la pared donde pernotaron las Mirabal. El conserje levantó los hombros, en señal de yo no se, es la primera vez que la veo dijo en silencio, continuó moviendo el limpiador. La mandó a limpiar, mientras visitó una a una las celdas de la prisión, anduvo en donde estuvieron los presos políticos. Encendió un cigarrillo y de regreso entró a la celda laberinto, no pudo observar nada la oscuridad era muy pronunciada. Duverge le llevó un foco descifremos lo que escribieron en las paredes, mientras mas rápido se lo agradeceré. El conserje no pudo borrar la mancha de sangre que habitaba la pared de las celda de las Mirabal, ya se podía leer hasta sin linterna, le dijo al conserje –¡Búsquese a Sánchez Acosta, dígale que venga de inmediato!
-¿Qué le ocurre Mario?
-¿Quién ordenó la suspensión de la corriente eléctrica en este sector?
-Bueno Amigo Calvo, fue órdenes de los coroneles, no fuimos nosotros.
-Lo suponía, pero necesitaba oírlo de la boca suya. Oírlo testigo, que ha sido secretario de todos los Alcaides posguerra de abrir. ¿En cuál de esa estuvo alojado Fafa Taveras? ¿En cuáles de esas mataron a Rafael Pérez guillen? -¿De que forma podemos lavar la esencia de este penal? Cómo podemos airear las habitaciones de toda la penitenciaría? Gustavo trajo la linterna, entonces Sánchez Acosta cerró con broche de oro.
Enfocó la mancha que se veía como el rostro de uno de los expresidiarios, luego de mojarla.
-Pero caramba, con voz potente habló Sánchez Acosta. Por qué será que mientras más la limpiamos mas grande se ve.
-Porque esa no es una sombra sino es la presencia de un representante de los muertos en torturas desde el 1951 cuando este penal fue inaugurado. Cada vez que desean borrarla mayor es el resucitamiento. Mario ordenó pintar las paredes y la tinta cuando llegaban a la mancha se caía o parecería que había una boca que la absorbía.
Los aullidos llegaban al interior de la celda eme, eran escuchados sólo por Gustavo, los pelos que Gustavo en abundancia tenía, se le izaron que de tal manera, que la camisa levantaron y temblaban los labios, como papel echo bandera. ¿Qué a usted le parece? ¿Pero es que no oye los gritos de esos malditos animales? …Mario lo miró a los ojos, y como felino montés creyó también oír. ¡Esos son ronquidos de algún haragán! ¡Que duerme con la boca abierta!
¿-Por qué los coroneles dieron las ordenes de eliminar el fluido en ese flanco?
-No, no… no lo se. Manifesté Sánchez Acosta.
Pero la opinión mía es que a la policía les interesa tener, esas celdas para instalar la fábrica de purgas y abejas de temores, en el pasado era ahí donde aparece la sombra con vida, donde fabricaron la mosca y las arañas políticas, que enviaban a llevar la comida a los políticos presos, se cree que a Segarra Santos lo devoró una de esas moscas. Ese es el mejor punto para fabricar miedo y ansiedad. Debían traer anoche el cocinero de angustia y dolor. Si lo trajeron de una cárcel de Norteamérica. En cada cubículo había un infierno con la boca negra, más allá era el purgatorio, donde servían vómitos y diarrea, custodiados por almacén de alacranes, cucarachas comejenes y de ciempiés. Ahí guardaban los despojos de la flor y nata de los ilustres revolucionarios de este país, ahí murió Pérez Guillén, allí mostraba un letrero que decía Unidos por las ideas. Estuvo Plinio Matos Moquete, fíjese en esa Rubirosa Fermín
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Judicial Penitenciaria era dependencia de la Procuraduría de la república, a la que correspondía los asuntos carcelarios, ahí desembocaban los delitos. Para octubre del 1982 la llegada del doctor Mario como Alcaide de la penitenciaría, no ocasionó sorpresas porque ese cargo fue el único que requirió, pero el de Durán en alquileres… y el mío en prisiones, el de David en una granja, produjeron a demás de preocupación mucho disgustos, porque estaba él o los 2 nombramientos, demasiado alejados de las solicitudes, que aunque no eran cosas de otros mundos pero dieron que pensar… ¿por qué no me nombraron en educación donde seleccioné de tres dos puestos, ¿por qué… ¡no se sabe nunca por qué!.
En los parajes de villa Victoria conocían que el señor Polin Leiva era dueño de una yunta de arado, esas mismas gentes hablaban del arreglo de la carretera de Haras Nacionales a Villa Victoria, y la construcción del hospital, que en una audiencia de los jueves, solicitamos al presidente, en compañía de Mario, Emiliano y David. Pero lamentaban que no estuvieran en presupuesto la de Haras Nacionales hasta la Hacienda Estrella.
Chicho Cleto dirigente de los Mercedes solicitó al señor Polin prestada la yunta de bueyes, peor en los planes de arador no estaba el elemento préstamo, pero tenía el elemento inclusión, en la agenda de trabajo cotidiano, y era como lo hacía, Cleto aceptó el quinto lugar. Y aró tres tareas arroceras en la hacienda estrella. Pero en Rancho Arriba Bruno Mercedes convocó una reunión con los vecinos para recavar recursos y comprar un arado para la asociación de conuqueros sin conucos.
En san Joaquín Hipólito Tapia, en colaboración con el jefe de campo Carlos Germán Marte, obtuvo un arado de última calidad y modelo, Villa Victoria, en unos cuantos parajes usaban el arado muscular y en otras el mecánico y el electrónico, el conuco, el fundo, la riqueza el latifundio y la gran parcela… indicaban el camino retrograda del viejo feudalismo. Pasaron unas semanas de los afanes y disquisiciones con el arado de madera de Bruno Mercedes, el Tapia en San Joaquín y el arado de los Castillo, de Polin, y ahora Bruno solicitaba a la jerarquía del partido para que agricultura le facilitara un arado por vía de su incumbente el licenciado Rafael Suárez, para los campesinos sin tierra.
Después que Bruno dejó la galería encendí el Jeep y me dirigí a las oficinas de servicios generales en el Palacio nacional, Elías de la rosa bebía café con chocolate, me saludó moviendo el brazo izquierdo pensó en los tiempos que fueron suyos cuando cobraba en La Manicera, en fasaco, en Pidoca, y en la cementera. Y como era el rey en educación entonces, llamó a María para decirle,- viste al profesor Víctor como iba vestido de Marqués, en vehículo de la presidencia. –AH, a ese sí no lo ahoga el río del poder, a ese les quedan los pantalones bien puestos, porque El no se los amarra sobre de los hombros como otros cuando fueron. No se aloca como muchos de presente y del pasado. Se lo coloca, los tiene por debajo de los ombligos –dijo María. Conozco uno que se lo subía a las orejas, y no se los bajaron jamás pero la embriaguez termina, cuando se deja de beber. Mas que humilde es un esposo bueno franco estudioso y decente. – Lo que ocurre María, es que a ese… le falta el coraje que a mí me sobra. Ese es de los que tienen miedos al “que dirán” terminará que como entró… imagínate yo en la presidencia… Je, je, je! Ji, ji, jo Ju ¡Yo con las relaciones, de ese, mi compadre, mujer que los pantalones les quedan grandes, y les tiemblan como las manos no se las ensucias, no las utilizas. De eso último era que te iba a decir, expresó María, que no sabía ni escribir la o, pero distinguía las brumas. Escupió entre los dientes ralos superiores, estuvo en el dormitorio y llamó a su hija. Levántate son las 8 y 15 y ya tu papá tiene los pantalones por debajo del ombligo.
José Herrera hijo de Octavia Soto y de José Herrera llegó a la casa de sus padres, en la Virgen, algo lo introdujo a la su infancia, y de sus ojos como de dos norias salieron varias lágrimas calientes que abandonaron el huerto familiar, preguntó a su hermana Tomasinia por su padre, y Sonia que freía batata la que le respondió, está para la parcela hermano José, venga a desayunarse. José miró a su hermana y le preguntó si novio tenía a lo que respondió que no tenía aún. Preguntó por su madre, y le contestaron que andaba para donde Lourdes y Bolívar, la niña está enferma.- Cuándo vuelve para Cuba hermano, preguntó Tomasinia,
Pedro Arseno Regalado, respiraba junto a sus hijos varios tractores en la Ford, compañía en la que laboraba desde muy joven. Polín Leiva llevaba muchos minutos sentados, en un banco de hierro debajo de la mata de toronja, el ruido de la máquina de soldar impedía, escuchar lo que Luisito le decía desde uno de los vehículo, que dice mi papá, que deje el arado viejo y que se lleve el nuevo, búsquelo en la enramada de ordeño, que puede venir el miércoles. Estaré en lo del señor José Herrera en la Virgen, se lo agradezco, me voy con su hijo que me está esperando.
Días después fuimos a vacacionar unas horas al río Higüero, pero fuimos al río Guanuma, donde se hallaba Santo Pérez Abreu y Carmen Milagros y la Secretaria nueva. Llevemos a las esposas y con nuestros hijos, vámonos para Yamasá. Con la familia no se sale lejos dije yo. Eso es cierto dijo Pedrito el comandante. Vámonos con ellas a puerto plata o a las Varía, o a las Marías en las Descubierta. Fuimos a Yamasá para que los muchachos conocieran la descendencia del río Ozama.
La mañana estuvo lluviosa, Bruno llegó mojándose para retirar la carta que llevarían al lic. Ángeles Suárez, le busqué una de mis toalla, bebió café caliente, ahí la tiene está firmada por nosotros, fíjese que tiene la firma de Ricardo que es Agrónomo y por David que labora en Agricultura. Ricardo Figueroa, había llegado al grupo nuestro, cuando el triunfo del precandidato se veía llegar, era del grupo de Franco Badia, es en la actualidad, subadministrador del proyecto arrocero Hacienda Estrella.
--Como usted sabe Arias- dijo Brunildo Mercedes- Jacinto de los Santos, es de aquí, de la Ceiba- lo buscaré para que me ayude a establecer contactos con el secretario de Agricultura, la esposa de Jacinto, es hermana de la Pedrito el mecánico padre del alumno suyo llamado conejo. Ella y la mía son primas.
Bienvenido de la Cruz sacaba punta a un pequeño lápiz de carbón, al ver a Brunildo le preguntó -¿qué le pareció la actitud de la oposición el 24 de abril? Brunildo era un alumno adelantado del profesor Bosch y del doctor Peña Gómez, pensaba sin dejarse llevar por las apariencias lo hacía con sumo cuidado, sin apasionarse… luego de un pequeño reflejo dijo- ¡Compañero fue otro intento de las fuerzas imperialista por dejar, a este país en el desorden, y para llevarlo al caos necesitaban asaltar, las vías publicas, se apoderaron de los medios radial y los escritos, y los televisivos. Asaltaron colmado y los sin caras, desde la sombras mataban a inocentes indefensos que hacía creer que eran delincuentes. El presidente intervino como actúan los demócratas, defendiendo el honor y el respeto de la mayoría y el suyo propio. Apaciguó los destrozos de los actuantes personajes, lamentó las perdidas humanas. Brunildo bostezó y absorbió un trago de café que humeaba todavía, encendió nuevo Montecarlo, y dijo para concluir- oiga Bienvenido… después de los asaltos, de colmados y de gasolineras, de almacenes, en establecimientos de barrios, y de las zonas rurales, el presidentes de la república realizó pequeños ajustes en los salarios de soldados y de policías lamentó los vandálicos de que fue víctimas el comercio detallista.
Días después Elvira fumaba dentro de la habitación, pero miraba los dibujos que describía el humo al escaparse por las persianas le trajo recuerdos de su padre. No tenía la menor idea de las razones de que la imagen de Toribio Peña y Peña, su padre le llegaba borrosa. La cara es un aura borrosa.
¿Qué significa eso Víctor? No distingo el rostro de Santo, mi papá. Cuando quiero traerlo enfoco el resto de su cuerpo, pero su rostro llega destartalado, ¿Qué crees que sea?
-Santo, como les decíamos a tu papá, era alto fuerte, quizá cuando niña lo admiraste por su fortaleza, te agradaba jugar con los brazos, las piernas cuando le llegaste a lavarles los pies, pero temiste mirarles los ojos, y sostenerles la mirada. Pienso que no empleó tiempo para encariñarse contigo en los primeros días de vida infantil, de ustedes sus tres hijos. Como era agente policial se mantuvo en los cuarteles y no sacaba tiempo para acariciarle la cabecita a su pequeña. Tu cerebro no tiene archivada imágenes de tu padre riéndose contigo por eso pienso es que te llega el rostro suyo con una sombra, sólo es por eso no es por más nada. Eso no es nada a casi todos nos ocurre por igual en circunstancias diferentes.
-Vamos arriba hay que crear un ambiente para los gemelos, que en nada se asemeje al tuyo. ¿O no es hoy la echada de agua?
-Sí pero es en la tarde, ¿Qué vamos hacer? Dame los cuartos de comprar las carnes. Tu trae los víveres de allá haremos un sancocho que chupen los dedos. ¿Te gusta la idea?
-¡Sí me gusta, pero debe levantarte!
-¿O quieres que convierte este maravilloso día en una noche para amarnos, y me acueste de nuevo? ¡Ja, ja, ja! Nos reímos cariñosamente. La tarde seguía clara pero bochornosa lo indicaba la cantidad de cúmulo de algodón viajando de este a oeste.
El primero en llegar de los invitados fue Antolino Gómez, luego fueron llegando las amistades de palacio, Mario, David, Durán eran los padrinos, las madrinas… Enemencia Hilda y Mignolia. En el patio había seis pequeños grupos de a seis, al lado de pequeñas mesas. La mesa de los invitados del Palacio era la mejor y la más confortable… tenía mantel blanco, la integraba un coronel del ejército, Santo Pérez, Medina Melo, Antolino Gómez, Carmen Milagros, Héctor de la Cruz, el Cdte. Pedrito, Inoa, y al lado estaba la del pueblo de Villa Victoria, Juan Calzado de los Santos, Rafael Orozco, el Pocero, Manuel Tejada, Emiliano González, Bienvenido de la Cruz, Daniel y Danilo Moreno, Nereida Lendof, Pedro Arseno Regalado y Felipe Vidal Moreno. Negro Quiñónez y Josefita llegaron después. Hablaban de todo, le daban mayor cobertura a los hechos de 24 de abril, de la sangres que corrió en las calles de la parte alta de la cuidad de Santo Domingo, como si volvieran las sombras del pasado como una agresión fantasmagórica empañando las glorias de las fechas puertas de la historia. Santo hablaba muy molesto decía esos fueron los enemigos de los pobres que no pueden ver al presidentes pagaron a mercenarios de las sombras para echar los muertos a los pies del partido y a los del presidente. Bienvenido dijo que estaba disgustado con los gobiernos del partido donde había dejado su sudor y su sangre, en el que como él, millones forjaron esperanzas y sueños se sentían estaban defraudados. Ahora paso más hambre que en los gobiernos donde la muerte se compraba con veinte cheles, pero ahora la vida vale veinte dólares que los pobres no alcanzamos. Pero prefiero pasar hambre a ver caer a mis compañeros por las balas asesinas… se detuvo y pensó en silencio se formuló la pregunta — ¿Cuál es la diferencia al morir, de hambre o por una bala? De los gobiernos lacayos colorados… pero según ¿No importara el color? Prefiero a mi partido porque permite el movimiento de las energías juveniles, a los centros de estudios y de cualquier otra índole, sin que una bala gemela a la de los de Club Héctor J. Díaz, caiga en el corazón de nuestro pueblo. El público presente aplaudió. Usted ve si no fuera por los compañeros Arias, Mario Y David, ya no estuviera encima del esqueleto donde estoy, porque esos tres camaradas, me tiran pedacitos en la faldiquera.
En la cocina el calor a comida se sentía, se hacía viviente iba y venía, a la mesa de los concurrentes. Gelón Ozoria, colocaba los platos en una mesa en la sala. Mensa, madrina de los gemelos, tajeaba los aguacates y los ponía en una bandeja color verde. Hilda la esposa de David, madrina de los gemelos, meneaba una de las 4 pailas. –Le falta un poquito de vinagre-dijo. María la hija del señor Tiburcio Belén entregó a Mario, un litro de ron haitiano, que se lo enviaba el teniente Ureña, esposo de Mery maestra del núcleo 15, ese teniente fue el que el 16 de mayo del 1978 se presentó en las mesas electorales, de Mata Mamón sin claros objetivos. Ese el mismo que aunque con cortesía me llevó prisionero a la penitenciaría sacado de esta misma casa junto a 18 compañeros el 17 de ese mismo mayo luego de saberse del triunfo de nuestro partido. Nos vació en una celda como cocos secos para ser pelados. Valentina Gómez peinaba aYumidla y Lourdes mi hermana vestía su sobrinito Leo.
En la mesa de los profesores estaba Ángela Báez, junto a Rafael Rojas, Ramón de la Cruz, a Juan Antonio Moreno, a Hilda Justina Méndez, a Julito Adón, a Mercedes Rodríguez, a Mery Bello de Ureña, y Valentina Gómez se unió al grupo después, que finalizó de peinar a la ahijada. No, no…no como es posible que no aparezca un puesto para colocarme continuaba de la cruz, moviendo la cabeza de izquierda a derecha. Entonces comenzó a lucubrar ¿Dónde pasé la noche el 17 de mayo del 1978? ¿Dónde pasé las 24 horas del 17 de mayo de 1982? ¡En la cárcel junto a Arias! ¿Y… el 24 de abril y los meses siguientes hasta la firma de reconciliación y renuncia del presidente en Armas Coronel Caamaño? Entonces señores por qué no me ponen aunque sea a recoger los platos que las queridas de los allegados… de los que disfrutan los bienes de nuestro pueblo… tiran en las gramas de nuestro patio nacional, y de esa manera se le da comida al burro que cargó la leña… ¡jejejejeje! Dejando entre risa caer gordas gotas de lágrimas humeantes. Luego dijo para sorpresa de muchos… ¿De cuál leña?... no dijo más nada y se bebió un trago de una botella de ron Macorix que Elvira mi esposa le envió con Timbolote su hijo pasaron los minutos mientas comenzaban unos a comer del sancocho… su voz resucitó cuando don Antonio, no dejaron que comiera porque yo era de la parcela de Salvador… ¿ahora por qué? Papito dijo un día hablando de mí – ¡Tan buen Albañil, pero es Jorjeblanquista! Por eso, tampoco me dieron solar de los de la Virgen.
-Profesor llévese mañana al compañero al palacio, busquemosle, algo… Bienvenido al oír los aplausos miró para la botella que no la había bajado de los hombros, se posesionó como el receptor de Juan Marichar, arremango las mangas de su camisa entonces se embicó la botella de ron Macorix.
Cuando escucharon las bendiciones de los gemelos ya bautizados, iniciaron la entrega en término oficial, del sancocho prieto…con carne de chivo, de cerdo, de res, de conejo, de gallina de pavo, de pato… ah de guinea...
¡Como este- nunca me lo habían servido- dijo el coronel Samuel Asiático, que andaba con los invitados del palacio, me parece que este manjar está sazonado con amor más que co los condimentos. Pienso que más que la yuca, la yautía, los rulos, el ñame, los plátanos la auyama… el amor condimenta todo. Le llevaron otro plato al coronel y sin saber por qué pensó en las elecciones de doble vuelta… parpadeó de vergüenza al recibirlo… quedando tan impresionado que envió para las cocineras la suma de 500, pesos, que yo no acepté que los cogieran… las mujeres aplaudieron las dos actitudes.
Bienvenido que llevaba el ron en la cintura de la botella dijo- del perdido no se espera aplausos. Pero el coronel dijo que se los entregaran a los recién bautizados. Lo rechacé, no acepté que mi esposa lo recibiera porque el era un invitado… y a los invitados se les reserva la estadía. –No se preocupe coronel Asiático- manifesté- recuerde que en el camino se arregla la carga. –recuerde también espetó Bienvenido de la Cruz- que del perdido no se esperan aplausos. Elvira con su delicadeza y utilizando la política de buena vecindad, envió la comida a los vecinos de la calle vista alegre, que no eran muchos y de algunas casas de calle José Soriano. Pero a Selva y a Celso envió a Kleber con una palangana con afecto y cariño para sus hijitos amigos, entre ellos Osiris, de Iván y Kleber. Los compadres llevaron a los niños recién bautizados luego entregaron los regalos.
Meses después la sombra que había llegado a la galería con la muerte de José Francisco Sánchez, estudiante del liceo Hacienda Estrella, y luego con la de Toribio Peña Y Peña, Alia Santo, Padre de Elvira, ahora huyendo de la tragedia y de la fatalidad entró por la ventana de la vivienda pero ya yo vivía en la Hacienda Estrella. Había muerto Rafael Peña Vargas, el hermano Mayor, de Elvira Ramona, Peña Vargas de Arias, la sombra estuvo en la casa del señor David, había muerto su padre en la zona rural de Salcedo, a donde Rafael Brazobán, alia, Felo, Emiliano yo hicimos presente en mi jeep Ebro.
Volviendo a la sombra, de mi entorno familiar, Rafael fue acechado por la sombra, desde el asiento de una Guagua de pasajeros, luego de estropear sus rodillas, la espalda, los brazos y el cráneo, lo abandona en el tramo de la autopista Altamira - Imbert, el la cercanía de Los Llanos De Pérez, y de Quebrada Honda, muriendo horas más tarde en el hospital de la ciudad de Santiago. Aunque no fue en tragedia, otro pariente mío fue acechado por la vieja sombra, luego de los días que a los finados se le guardaba leyendo un poema, en 4to teórico, del poeta Antonio Machado… todo iba como hacia casi doce años de lectura de versos en clase de literatura, de repente se me fue la luz de mi ojo derecho y viendo muy poco del izquierdo. Era el poema: “VOY SOÑANDO CAMINO”
“Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas...! ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero, a lo largo del sendero...-¡La tarde cayendo está!- En el corazón tenía la espina de una pasión; logré arrancármela un día: ya no siento el corazón." Y todo el campo un momento se queda mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos del río. La tarde más se oscurece, y el camino que serpea y débilmente blanquea se enturbia y desaparece. Mi cantar vuelve a plañir. "Aguda espina dorada,¡quién te pudiera sentir en el corazón clavada!" Entre otros versos yo leí… y las rosas blancas de un volcán florido… de repente sentí que algo negativo me visitaba fui perdiendo la visión sentí un pincho en el cráneo como si una aguja cruzara la autovía encefálica mía, y cruzara por los túneles de los oídos, oía las cosas que a kilómetros decían,
Al perder el puesto en el gobierno, y sin trabajo como profesor en el día la familia quedaba sin pito y si flauta, sólo tenía el salario del Liceo que no pasaba se los 127 pesos mensuales. Rafael Payamps amigo de nuestra familia llegó muy temprano a la casa donde vivíamos ahora, en la Hacienda la Estrella, con la encomienda de que mi padre tenía interés de verme antes de morir, meses más tarde llegó Eddy mi sobrino para darme la información de la muerte de mamá Nanán mi abuela, la sombra se había llevado la vida de Doña Victoriana Arias, madre de Daniela mi adorada mamá. Terminaba la semana santa del año 87, la sombra continuaba las huellas de mi familia, se había llevado dos de la familia de mis hijos y ahora a su bisabuela, por línea de mi madrea doña Daniela. Era una sombra exagerada, mañosa que no se cansaba…
No habían dejado de llorar las nubes, continuaba lloviendo todavía las lágrimas de la víspera estaba en las hojas de los árboles. Elido Peralta vecino y amigo fue a la pequeña pulpería en calidad de préstamo la suma de 250, o la cantidad mayor que pudiéramos,
-Se los devuelvo en la mañana de mañana. Había dicho el vecino. -
-Espéreme que vuelva, debo decírselo a Víctor, que está en el cuarto con los muchachos.
Elvira me dijo la cantidad que teníamos. Le dije que le entregara 200, y que dejara los de pagar los embustidos, que los suplidores venían hoy.
Elido Peralta era comprador de reses, que vendía al matadero de Santo Domingo. Las cogía fiadas y al día siguiente iba a entregar el dinero, de esa manera se desenvolvía, con una familia de tres hijos adolescentes y una esposa joven todavía. Pero la familia de este buen amigo se vio estrujada por las malas jugadas de la sombra cuando a Puro, hermano de la esposa de don Elido descuella con una sevillana su mujer de 23 años, encabritada en celos.
Cuando fui a saludar al vecino Elido ya este se había marchado, con los 200 pesos del colmadito. Era las 8 de la mañana, y percibí la vieja Sombra con cara eme mayúscula, la del parto y muerte de la madre de las siameses vecinas de Durán, mía y de Elido, los que estuvieron en el parto dicen que ambas criaturitas hablaron al nacer, antes de vomitar la vida encima de la sombra que le llevaba a su madre. En un cerrar de ojos vislumbré los pasos sepulcrales que traían el mensaje de dolor, eran las pisadas fuertes de Bolívar mi cuñado, quien venía a traerme la información de la muerte de don Varo, mi buen y amado padre. Me sentí molesto cuando me dijo que hacía 12 días de haberlo sepultado… reacciones sin violencia pero sin llanto, el haberme negado el derecho de haber estado al lado de mi madre y de mis hermanos en esa circunstancia sin igual, me robó la consciencia de sensibilidad y embrutecí. Luego en la soledad del dormitorio conversé con Elvira, sentía la mordida en mis entrañas, nacía desde el fondo de mi esencia un individuo rudo que no le daba importancia a la muerte. Ahí iba otra vez Elvira a respirar el oxigeno de los entierros, cogía el camino dejado por la Sombra de los extintos familiares, tras las huellas de las almas mustias, que lloraban en la cestas sepulcrales. También la sombra estuvo en la casa de Pedro Arseno Regalado uno de mis mejores amigos, arrancándoles al Conejo, y a Luisito… a sus otros hijos el alma de su amadísimo padre.
–Es decir compadre- dijo David algo cansado- que no supo de la muerte de Guandule.
-¡De Guandule, quién es Guandule, mi compadre?
–-Pues no sabía que a su amigo y compadre Pedrito le decían Gandulito? Me parece que murió el mismo día que don Evaristo, su padre. Ahí quise llorar, renació la consciencia de hijo… y expulsé un grito de amarillo dolor, que Yumidla mi pequeña hija, vino y me dijo-por ti murió papá Varo, por ti murió papá Varo.
****** CAPITULO 34 ******
Meses después de haber pasado las elecciones del 1986 y que cumplía yo 40 años, en edad, nos mudamos para el barrio Enriquillo de Sabana Perdida, considerado por muchos como lugar de cuevas de los cuarenta pillos y bandoleros vándalos y delincuentes. Montesino no me abandonó siempre estuvo a mi lado… llegué a creer que deseaba que me marchara, mi mujer quería ese traslado y en los haberes de mi consciencia existía la creencia de que era bueno estar donde la esposa se sentía bien. El dueño de la vivienda era un dirigente del partido, llamado Ramón Medina, conocido por mí desde los primeros años de militancia en la zona en el distrito nacional. Amigo de Peña Gómez. Me tuvo consideración y me la dejó en 135, pesos, era una casa de tres amplios dormitorios bien distribuidos, amplia sala, cocinados baños cisterna cobija de zinc, con verja en block de cemento. Estaba en la cercanía del jabillar del río, que orillaba el territorio de La culata y del otro lado de Lucerna, el sector de lo Minas. La calle que pasaba por el frente era la Francisco del Rosario Sánchez, del lado este le quedaba el solar para una cancha, luego de ese solar al este y al borde de una gran barranca una hilera de casas construidas pienso sin control gubernamental, al sur de la calle había casa de igual condiciones la mejor de todas era donde ahora habitamos tenia una hermosa marquesina donde pusimos un colmadito donde vendíamos pollos y otras viandas. Pero esa marquesina se la presté al camarada Durán donde vivió hasta el 16 de agosto cuando recibió uno pequeño apartamiento que el gobierno de Salvador Jorge le obsequió. En la terraza de la casa que yo rentaba en La Victoria, al señor Daniel Moreno, di facilidades al compadre Mario, para ese espacio convertirlo en una habitación donde vivió por casi 0cho meses, luego de dejarla se la facilité al profesor Hamilton Sosa. Volviendo a la calle Francisco del Rosario Sánchez. Mi situación económica era realenga, salvaje, troglodita, pero no tenía que ir donde nadie a buscar. Los amigos que tenían que yo había en algunas ocasiones me ponían obstáculos hasta para dejarse ver. En la calle Francis Caamaño de ese mismo barrio conseguí una pequeña habitación en la esquina de un almacén, de mi antiguo compañero Santo Pérez Abreu, individuo que propalaba la solidaridad, me la alquiló por 25 pesos, ahí puse un taller de electrónica, y con ayuda de Obispo Cleto, residente en la comunidad de Juan Tomás, paraje de Villa Victoria, este laboraba en Radio Televisión Dominicana, donde quedo laborando por muchos años. Nos quisimos desde que fuera alumno nuestro, en la escuela Padre García. La mañana y las noches en la nueva vivienda, era muy fresca y era la casa de mayor amplitud y desahogo donde habíamos vivido. Incluso la más cara. Me trasladaba a la Hacienda La Estrella todas las tardes al liceo, y regresaba rondando las once de la noche de lunes a viernes, llegué a sentir temor a ser atacado o confundido en la oscuridad del trayecto.
Rafael dejó la marquesina y fue a vivir al barrio de la lotería en la colindancia con este barrio Enriquillo, había recibido las llaves del pequeño apartamento en una segunda planta. Recibí la suma de 9500, pesos de la venta de la casa de invivienda, con lo que resurtí el pequeño colmado de la marquesina que duran dejaba, con eso y lo que producía en el taller comíamos de forma humilde y sin prisa. Los del liceo, lo empleaba en el pago de la vivienda. A Flavia ya no le pagábamos dinero, sino que la recibimos como una de la familia la ayudábamos con los útiles de continuar los estudios mecanográficos en un instituto cerca de la calle Caamaño, donde estuvo el taller de electrónica. Nos ayudábamos con el peso del bacalao de la vida. Recibí en mi taller a varios arregladores de abanicos, radios y otros objetos de la casa. Entre ellos Gerardo Lantigua y a Juan Califace, al señor Isaac, a Manuel, a un tal Polanquito y a José Abanico. Pero lo malo de estas visita alejaron a Obispo Cleto el más amigo y leal de mi Familia. En los días que leía los poemas de Antonio Machado, preparaba la antena usada en la captación de las señales de UHF, para recoger los canales del Tele club que transmitía por la banda ancha el señor Gómez Díaz. Ahí me volvió la visión y hubo días que producía sobre los 1000 pesos con ese oficio informal. Elvira y Juana la esposa de Gerardo se llevaba muy bien, Niola continuaba siendo una muchacha leal hasta el último peldaño. Era novia de Ferdinand muchacho que yo alfabeticé en la Padre García. Ahora mi residencia no era visitada casi por nadie, en rara ocasiones llegaban Juana y Montesinos, Juana Reinoso Arias, esposa de Rafaelito Fanith, ex alumnos nuestros del Liceo Nocturno La Estrella, con cierta particularidad iban de la Victoria Mensa y Toñita su hija. Una vez estuvo el señor Pérez Sánchez a quien Mario Y David llamaban el Marxista, por la cita que hacía de Karl Marx, buscando arreglo a un Televisor RCA de tubo, este viejo amigo nuestro vivía en los aleros del puente Yuca camino a la Virgen de villa Victoria, era dueño de una parcela arrocera, en la Hacienda Estrella. Laboró en el IAD durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco, en el proyecto agrario de la Virgen.
Luis Ernesto cumplió 4 años el seis de enero de 1987, era el junior de mi familia, Elvira le tomó cariño, niño de ojos grandes, claros, cabello rebelde, y boca y nariz mandinga. Siendo un bebecito tenía manos grandes y gruesas.
Kleber, Iván e Irwing, hicieron buenas y sanas amistades, jugaban pelotas en el caliche y en la cancha, al lado de la casa de donde ahora eran residentes. Pero su hermosa y gran amistad fue la que cosecharon Silfredo Quiroz, de apodo Pinocho, residente en las proximidades del colegio de un señor llamado Querido. Frank Muela los cuidaba y me los protegía de los malvados del barrio o de los que llegaban a meter terror. Frank Muela, era hijo de Ramona Medina hermana de Ramón, el dueño de la vivienda donde vivíamos. Ella tenía un pequeño colmado en la galería de su vivienda, frente a la cancha. El marido de Doña Ramona, y papá de Frank Muela, era un señor muy negro, al que llamaban Manta Negra. Ella tenía arranque masculino pero era sexi y de ojos hermosos labios muy gruesos casi varoniles, protegían sus dientes parejos y blancos como el percal. Tanto toñita como Niola eran personas muy querida por nuestra familia. Mónica Morillo que es el verdadero nombre de Toñita llegó ayudarnos cuando sólo tenía 7 años y que asistía al segundo grado a mis aulas en la Padre García, luego Flavia Torres, llega cuando termina el 8vo, grado en la escuela La Ceiba, escuela subcentral del núcleo 15, que dirigí a partir de la instalación, de la nuclearización escolar en 1976.
Iván tenía 13 para 14 años, no se acostaba mientras yo me hallaba en el taller de electrónica o en el Liceo, me gustaba verlo cuando me iba a encontrar, pero era un lugar muy peligroso, y el gobierno ya instalado era aquellos que gobernaron con manos duras desde el 1966 hasta el 1978. Entre Elvira y ellos ocurría por igual. Respetaban las decisiones de ambos, Elvira no era polémica, hubo días que la llegué a acusar de débil, estaba dotadas de condiciones extremistas, necesitaba de tratos cuidadosos y muy especiales, evitando comportamientos de violencia poco conocido de parte suya, tenía momento que de coger calores afectivos o volitivos extremistas podría caer en un portal abismal, cuando por razones extremas ocurría la terapiaba pasándole las manos en las espaldas como el que planchaba un mantel en una mesa. Le encendía un cigarrillo. Algún cariño de la infancia le hizo falta ligado al biberón o relacionada con la compra de algún juguete. Ella amó tanto a su padre como a todas sus parentelas pero de Saba y Rafael vivía enamorada. Ni sus hijos sustituyeron el amor de su madre y de su hermano mayor. Lo de Ana y ella era el puro amor de hermana gemela sin serlo.
Los defectos suyos eran como los míos no afectaban en lo absoluto a nuestra sociedad no se halló en conflictos de tipo alguno… recibía en el seno familiar a sus sobrinos como a los suyos, sin encararse por comportamientos que fueran provocar rompimiento entre ella y nosotros, ella sabía que yo la amaba… respetaba y hacía, al que con nosotros vivía, eso… respeto para mi descanso. En eso era intolerable. Nunca rifaba mis atenciones con sueños y chismografía. Elvira sabía que la chismografía rompía mi equilibrio emocional, que me embrutecían las contaderas fueran a favor o en contra. Fue mi amiga, mi compañera militante, recorrió las calles, los caminos hasta la prisión y el exilio a mi lado como una mascota fiel leal y consecuente. Por eso ella fue una Noria en mi sendero, en nuestra vida ella refrescó mis calores profesionales y los políticos y los amorosos… ¡Comprende usted ahora compadre! Nunca me sirvió un plato que no desee. Pienso compadre David, que ese fue su mayor tesoro. Nuestras desavenencias se esfumaban con una caricia y los calores los convertíamos frescuras armoniosas entonando las canciones de nuestro pasado entre avenidas y recovecos, entre lomas y corcovas de una política de sueños fantasmales.
En la mañana del 11 de diciembre de 1988 nuestra vivienda era una noria de llantos, un barril de dolencias. Desde la víspera las penas se habían soltado del corral de la sombra. Era un corral de tierra mojada, húmedas en lágrimas amargas y angustiadas volando encima de los habitantes del hogar que antes fuera el misterios de la muerte del luto trágico y amargo. Si alguna mariposa voló lo hizo con la fragilidad de la inocencia sin abrir las heridas infantiles de sus hijos que me miraban viendo el ataúd consternado, abatido asustado mirándola mustia yerta y pálida. En medio de la vivienda donde correteaban minutos antes. De las paredes el brillo se ausentó con la tragedia. La lozanía de las cosas de la casa se marchó con la presencia de la sombra que ahora como cuando Pacheco en la Duarte en villa Victoria, asaltó la esencia familiar. Su alma se iba levitando entre las cortinas y las dolencias, huyendo de la sombra, de los hijos y marido, de los amigos y amigas, de los y las que la quisieron en vida.
Ahí con una flor en los dedos, un rocío amoroso, caídos de los ojos que les abrió la puerta para entrar a su hogar. Doña Gladys, Mensa, Eleodora, Toñita, Gelón, las que la quisieron como a una hija, como a una hermana… estuvo en el féretro doña Hilda, Mercedes, Altagracia, Mignolia,.. Nadie dejó caer un padre nuestro, nadie cantó una salve, tampoco un mantrás aberroso pero su salvia viajó al espacio, entre níveos nimbos, entrando en los valles de rosas de espumas, y, de dalias sacrosantas… entre cogollos de palmeras junto a las infinitas cordilleras donde moran las flores buenas. Mudo, mudo puse mis manos encima del rostro mustio y exangüe de mi amiga compañera, le hice alunas guedejas que descompuse para dejarle la cabellera negra en su pecho cubierto de rosas rojas y amarillas margaritas. Nadie cantó un avemaría, Lourdes mi hermana y Ana la suya, cuñada y hermana, enjugaban las penas dejando el dolor en su pañuelo blanco… ahí estaban como cinco avecillas con las plumas mojadas, sin poder volar, sin abrigo, sin escuchar sus cánticos y eso aumentaba mi dolor y el de ellos al mirarme. La ida de mi amiga de mi compañera de batalla, la madre de mis hijos, de batallas libradas entre ambos entre surcos y caminos, entre bejucales y vericuetos altamiranos y del distrito nacional. De callejas y de galerías civiles, oficiales… compañeras de lidias diurnas y nocturnales, de horas vespertinas y matinales… aumentaban el sufrimiento, arrimados a las paredes, como gatitos salido de una fosa llena de vinagre, eran mis hijos, cinco flores que habían perdido la defensa de su armonía poli cromática eran cinco ramas sin espinas el vergel se había caído, quedaba solo el jardinero, con una sola margarita y 4 jacintos. Había que seguir viviendo, la lucha estaba en espera nuestra. Me vieron peinando nueva vez los cabellos a su madre y lloraron unidos… Elvira se volvió una Noria pálida en nuestro caminar, era una noria sosegada entre dos enormes montañas, como aquellas lagunas en medio del cañaveral. De lejos parecía llevar una corona de topacio encima de las níveas mejillas. Alumnos y alumnas de los centros docentes de La Estrella, de Villa Victoria, pasaron a dejarles las condolencias a los niños y por supuesto a nosotros a quien abrazaban y sollozaban al compás un sol ardoroso de esa mañana de diciembre. Soporté en silencio las miradas de mis pequeños. Desde Imbert, lugar de mi nacimiento llegaron Rosa Teresa y Celeste, las dos primera hermana y celeste sobrina, a las 10 de ese 12 de diciembre de 1988. La vieja camioneta Chevrolet que en la semana anterior había dejado de muerte a Santo Pérez Abreu hoy manejada por la sombra rompía en pedazo la vida de una hermosa y muy útil familia. A decir de algunos, ambos habían sido mandados a matar, iniciando el plan de venganza del imperio. Buscaban Matarme y Santo Pérez pero la sombra cuando no halla lo que busca se lleva a los relacionados.
Como un manantial de solidaridad había un rosario espiritual que por racimo de racimos entraban a mi corazón herido, compartiendo mi angustia, aliviando la melancolía de un alma febril, pasaban las miradas encima del ataúd donde dormía el sueño de la sombra, mi eterno amor el amor de la vida, ese amor salido de las aulas, crecido y florecido a la luz de la fragua y de la lucha, de las luchas sociales, el amor del exilio.
Más allá estaba su prima Hilda y Agustín y su prima Anayda y su esposo Cheo. Daban el adiós Me dieron todo tipo de apoyo, económico y moral. Otra persona que me acompañó hasta la llevada al sepulcro fue Gregorio alumno de La Estrella y compañero del partido me entregó el brazo de la solidaridad buscando el cadáver y el ataúd allá en el hospital a las 3 de la madrugada. Hasta desvolverlo al hogar.
Kleber mi hijo mayor sólo tenia 17 años, asimiló el hecho como un adulto con madurez y responsabilidad, me acompañó como si hubiese tenido 23 años, por decir un número. En menos de una hora pareció madurar, desde el Sabana Perdida en la Capital de la República, hasta Altamira, municipio de la provincia Puerto Plata.
Doña Isabel Vargas, en su cortijo solitario, el Jamo, en la periferia urbana, esperaba la llegada del féretro, ya estaba a acostumbrada, era el tercer… miembros de su familia que se iba en términos trágicos, parecía que estaba marcada. En menos de dos años había enterrado a tres de su familia. Ella y Ana, su hija, veían con el cadáver de Elvira, el rostro enmudecidos, de sus nietos entristecidos.
Las calles de Altamira, que el 14 de febrero de 1972, las vieron partir alegre y muy feliz, hoy 12 de diciembre de 1988, las recibían yerta y fría con lágrimas camino al cementerio….
Mi cuerpo recibió la caída de altos voltajes, enmudecí mientras hablaba con Máximo Rodríguez, quien de los muchachos del pasado, estuvo a mi lado, igual que Vidal Reyes y Kennida su mujer, Luisa la de Negra… me acompañaron al campo santo, … y pude decir
¡Adiós compañera y hermana!
¡Adiós Cáliz de mis sufrimientos, luz de mis brumas, Adiós norias que apaciguó la sed en mis caminos! Vino Kleber y nos marchamos donde doña Isabel su abuela Materna.
FIN DE UNA NORIA EN EL CAMINO
22 DICIEMBRE 1994